Atlanta en forma con Dayma Roselló

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Por: Sebastian L. de Emprendedores Latinos USA

La idea no era quedarse. Pero Dayma se quedó. Como de costumbre, fue el amor lo que trastornó todos los planes. ¡Y bien que lo hizo!

Dayma Roselló nació en Puerto Rico hace cuarenta años, y se vino a los Estados Unidos, con veintitrés, para obtener su título de quiropráctica. El proyecto era volver a su país luego de graduarse para aplicar sus conocimientos en un campo que, allá todavía estaba bastante inexplorado. Pero en la universidad apareció Mike, que buscaba el mismo título. Resultó que ambos se buscaron, o los marcó el destino. Hoy son marido y mujer, ambos emprendedores, y viven en Smyrna con sus dos hijas.

Dayma lidera Atlanta en Forma, una clínica ubicada en Sandy Springs, donde aplica un proceso holístico para mejorar el estado físico a través de la nutrición, la estética no invasiva y el ejercicio. Hay otras clínicas de su tipo pero el emprendimiento de Roselló tiene dos marcas diferenciadoras: Primero: el enfoque integral que mencionábamos arriba y segundo, el plus que le da la posibilidad de comprender a los latinos, su cultura y costumbres, y ajustar los programas de manera que sean más cómodos y efectivos.

“Yo quería que el hispano se sintiera cómodo. Sabemos que los latinos tienen una cultura diferente y una forma particular de comer, por eso podemos adaptar las sugerencias nutricionales a esto, haciendo sustituciones en la dieta”, explica.

“Muchas personas llegan a nosotros insatisfechas tras haber entrado en otros programas y sentir que no eran comprendidas en este punto”. Y es un aspecto importante, porque, según señala, muchas veces la posibilidad de mantener una dieta similar a la habitual marca la diferencia entre seguir con el programa o abandonarlo.

Una ventaja comparativa que sin duda determina parte del éxito de Atlanta en Forma y del “Holistic Body Makeover”, según explica la head coach de la clínica, es que enfatiza tanto el aspecto de la salud como el de la estética. “Al recibir a un nuevo paciente siempre le preguntamos cuál es su motivación. La necesidad de estar saludable es básica pero creo que también es básica la necesidad de sentirse bien, de sentirse atractivo.

“En la infancia las niñas quieren ser princesas y los niños superhéroes; en la adultez las mujeres mantienen el deseo de ser bellas y los hombres, de sentirse fuertes”, argumenta. A diferencia de tantos emprendedores latinos que prueban suerte en los Estados Unidos, Dayma tuvo la suerte de no tener que preocuparse por el dinero al principio.

“Por suerte mi familia me apoyó en los años en que estuve estudiando aquí”, cuenta. Sus dificultades fueron otras: apenas conocía el idioma inglés y le costó, naturalmente, adaptarse a la nueva cultura. Fue crucial poder apoyarse en compañeros, nuevos amigos y familiares lejanos que vivían aquí, para no sentirse tan sola.

“En Life University en Marietta, donde obtuve mi título, había grupos de latinos, de los que formé parte. También compartí apartamento con muchachas hispanas. Esto me ayudó mucho pero también me dificultaba aprender el idioma, porque interactuaba siempre en español”, recuerda. “Al estar entre latinos, uno siempre se siente en familia”.

Luego apareció Mike y, claro, esto la ayudó mucho en el aprendizaje del inglés. Al principio no se entendían tanto, pero con el tiempo ella fue teniendo más fluidez. Se casaron al poco tiempo y ambos empezaron a trabajar como quiroprácticos, pero luego ella fue derivando hacia el campo que más le interesaba, el de la nutrición y otras disciplinas que apuntan a lo que ella llama la “transformación corporal”.

En los primeros tiempos el presupuesto, claro está, era modesto. Un crédito les permitió a Dayma y Mike hacer la inversión inicial en equipos para ambas prácticas, como camillas especiales y un aparato de radiología que compartían entre ambos. El crecimiento del negocio les fue permitiendo ampliar sus servicios. Roselló empezó trabajando sola con sus pacientes y luego fue incorporando a terapeutas de distintas disciplinas; hoy son cinco las profesionales que atienden a los pacientes de Atlanta en Forma desde sus diferentes perspectivas. Todas son latinas.

“Yo empecé como quiropráctica y luego fui cambiando el perfil de mis servicios para hacer lo que más me gusta”, dice Dayma. Estima que un emprendedor que quisiera empezar hoy en el área de nutrición y ejercicios, necesitaría invertir unos 30.000 dólares, aproximadamente. A esos servicios ella sumó el de estética para darle un aspecto integral: “Además de ayudar a la persona a bajar de peso, quiero ayudarla a que su piel esté bien y se vea bonita. Por eso también trabajamos en estética no invasiva”, explica.

Consolidada la etapa inicial, Atlanta en Forma, está ahora en su segunda fase, buscando la expansión. “Siempre quise generar un negocio que fuera repetible, que algún día pudiera funcionar sin mí”, dice Roselló. Por eso no descarta que Atlanta en Forma tenga pronto otro local.

Mientras pelea por seguir haciendo crecer su emprendimiento, Dayma enfrenta los desafíos de toda madre, ya que ella y Mike tienen dos hijas, de cinco y diez años. De hecho, Roselló se tomó un par de años para dedicarse exclusivamente a ser madre antes de volver, con toda la fuerza, a su práctica profesional.

“Hallar el balance entre ser mamá y ser emprendedora es uno de los mayores desafíos”, confiesa. Algo que no extrañará a muchas lectoras que también hayan iniciado sus emprendimientos o estén pensando en hacerlo. Para Dayma, lo importante es mantener el empuje y el amor absoluto al trabajo que uno eligió.

“He tenido la suerte de poder dedicarme a esto y de rodearme de gente que comparte mi mismo entusiasmo. Eso es importante”, subraya.
Conozca más de Atlanta en Forma en: www.atlantaenforma.com

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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