Equilibrio entre el planear y vivir el ahora
Una de las características que he aprendido a valorar mucho de la cultura estadounidense es la de la planeación, no muy común entre nuestra cultura hispana donde estamos acostumbrados a improvisar y/o dejar todo para el último momento.
El proceso de planeación lo podemos aplicar para actividades diarias y simples como llegar a tiempo a una cita médica, reunirse con los amigos, limpiar la casa o situaciones más complejas como casarse, viajar o crear una empresa.
Planear implica crear una guía de acción o programación de actividades a desarrollar con el fin de prevenir inconvenientes en el futuro y enfocarse en lograr la meta propuesta, ya sea esta de mucha o poca importancia.
Sin embargo, muchas personas parecen confundirse con la filosofía de vivir el momento y la planeación. Y se van a los dos extremos, unos donde viven el presente, pero no se sienten plenos y no tienen claridad acerca de lo que hacer con sus propias vidas, y por el otro lado los que todo lo planean y quieren tener el control y se frustran fácilmente frente a los cambios que se le pueden presentar.
Planear puede ser un proceso constructivo y muy enriquecedor que nos permite ahorrarnos unos cuantos dolores de cabeza, discusiones y problemas mayores. Por ejemplo, al viajar, tener una lista de las cosas que se podrían necesitar y todos los documentos que se requieren nos permite saber si contamos con la ropa y accesorios adecuados para poder disfrutar el viaje (si es para la playa vestidos de baño, sombreros, bloqueadores de sol si el viaje es a tierra fría llevar suéteres, medias, bufandas), o si es preciso comprarlos.
Otro ejemplo es la llegada de un bebé a la familia, decidir dónde va a dormir, quién será el doctor que va a atender el parto, la clínica dónde va a nacer.
Planear permite identificar posibles obstáculos, prever soluciones, el problema de planear con la intención de controlarlo todo, de no tener un plan B o incluso un plan C es que la vida es cambiante, y absolutamente todo puede suceder.
El tener la capacidad de planear y a la vez concentrarse en el ahora nos permite es asumir la responsabilidad que tenemos como personas de nuestra vida y hacerlo de la mejor manera: Disfrutándola.
(Los invito a leer el artículo sobre El Ahora en el Nuevo Georgia Agosto 6, 2015).