La paciencia

Por: Juliana Henao

Cada época trae sus propios desafíos, y uno de los actuales es la inmediatez. La tecnología con la que se cuenta hoy permite acceder a información y realizar actividades en segundos comparando con un pasado no muy lejano donde las mismas actividades requerían días para completar.

Hoy es posible hacer transacciones financieras a nivel internacional, revisar el clima del mes, navegar y conocer la filosofía de un autor, además de su vida privada y gustos. Encontrar un nuevo lugar de vivienda, o el paquete de vacaciones perfecto para el verano y solo con oprimir la tecla enter.

Todo está facilidad lleva a perder la paciencia y a generar sensaciones de desesperación cuando se tiene que esperar 10 minutos de más en la fila del supermercado, o cuando hay tráfico, o cuando el wifi no funciona inmediatamente, incluso cuando no se logra que se quiere en el diario vivir, porque se quiere adelantar los acontecimientos.

Cuando se vive desde la inmediatez, se pierde la clama, y se genera en un desasosiego y una negación de la realidad. Lo que impide disfrutar del transcurso natural de las situaciones.

La paciencia es una virtud que algunos nacen con ella, y que logran brillar en el mundo por su calma para vivir, pero existe un gran número de personas que nacen sin ella, esto no implica que no se pueda adquirir a través de los años con disciplina y práctica. 

La paciencia no es resignación o conformidad, es la herramienta de ver la cotidianidad y la vida desde el entendimiento y la aceptación consciente.

Quien logra ejercitar la paciencia vive en un estado de calma y no stress, porque comprende que todo tiene su espacio y tiempo perfecto dentro del orden de Dios.

Una técnica que puede ser de utilidad es escribir un diario. Identificando esos momentos donde se pierde la paciencia, Revisar que se hizo en momentos de desesperación y ver su utilidad o ineficiencia.

Revisar el nivel de stress y las sensaciones que genera en el cuerpo.

Anotar las 3 principales situaciones donde se pierde la calma.  Ver el efecto que produjeron.

Y luego cambiar esas 3 situaciones de impaciencia por 3 situaciones significativas donde la paciencia fue la protagonista. Y realizar una conexión con la paz que genero esos momentos de paciencia.

Y repetir este ejercicio de escribir cuantas veces sea necesario, para ejercer y entrenar la mente en paciencia, hasta que la mente poco a poco va asimilando ser paciente.

Juliana Henao

Nacida en Colombia, es coach de vida y conferencista internacional, es una defensora de los derechos de igualdad de género y ha trabajado durante años con organizaciones que luchan por ese tema en Estados Unidos y América Latina.

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