¡Cobarde sería guardar silencio!

Las canalladas de algunos políticos no pueden seguirse tapando mientras los que trabajamos en los medios de comunicación tengamos la oportunidad de confrontarlos; conocer sus mentiras, estar estremecernos ante las calumnias que se inventan para cazar bobos dentro de sus filas, sabiendo que nadie tendrá el coraje de ponerlos en evidencia.

Desde que las mentiras comenzaron a hacer parte del inventario de los políticos, especialmente aquellos que siguen la turbulenta carrera del presidente Trump, pocos han sido los detalles que sus correligionarios que se han resistido a no inventarse las suyas para generar miedos, desconfianzas y suspicacias alrededor de temas que son neurálgicos y delicados.

Ese es el caso de los “inmigrantes ilegales” y el mito fundado por el propio Trump durante la campaña presidencial de que, los mismos, estaban votando por la señora Hillary Clinton, lo que nunca pudo demostrarse porque era mentira.

A nivel estatal en Georgia, los republicanos de manera abierta, descarada y miserable vienen usando la misma estrategia para darle la fuerza que la campaña del secretario de estado Brian Kemp ha venido perdiendo frente a la líder demócrata Stacey Abrams.

Y esto no es nuevo, a pesar de que, siendo Kemp quien maneja las elecciones y los registros electorales como a bien le parece y a su conveniencia, que su campaña siga diciendo que los “inmigrantes ilegales” pudieran ejercer una fuerza decisiva en la victoria de Abrams saliendo a votar por ella, por que ésta se los ha pedido, debería ser una ofensa para él mismo, dado que es la máxima autoridad en ese ramo.

Pero eso no les importa a los republicanos, si se trata de jugar de manera sucia, acudiendo al discurso rastrero y discriminatorio que mucha fuerza les genera en las comunidades más rurales, donde la información que éstos reciben es solo la que ellos le llevan, sin la oportunidad de confrontarla con la realidad.

Hace un año, pedimos a la secretaria de estado que nos informara a cerca de las demandas, los procesos adelantados y los resultados y los responsables, si es que los había, en casos de “inmigrantes ilegales” registrados, o intentando votar o que hubieran votado en Georgia en los últimos dos años.

El resultado no pudo haber sido más revelador: ¡NINGUNO!

De cuatro investigaciones llevadas a cabo, por “sospechas” de alguna persona que dijo haber creído ver a un “inmigrante ilegal” usurpando el derecho al voto, y que sin duda obedecieron a algún tipo de perjuicio o perfil racial, los resultados no pudieron haber sido más contundentes.

Ahora la pregunta es: ¿Por qué siguen los republicanos y en espacial la campaña de Brian Kemp mintiendo respecto al hecho de que, Abrams está incentivando a los inmigrantes ilegales para que voten por ella?

¿Por qué sigue la campaña de Kemp mintiendo, cuando afirma que los 53 mil registros de votantes que están para revisión pudieran ser de inmigrantes ilegales?

Ahora como la primera vez, cuando dirigimos varias preguntas a la secretaría de estado para confrontar las mentiras con la realidad, enviamos al jefe de campaña del secretario Kemp, para que respondiera como debe hacerlo, si es que tiene pruebas de las afirmaciones que durante las últimas semanas nos ha hecho llegar por medio de comunicados de prensa.

Estas son las preguntas enviadas a Cody Hall, jefe de comunicaciones de la campaña de Brian Kemp para gobernador:

Reference: “ABRAMS’ WORDS, LAWSUIT, RECORD IN THE STATE HOUSE AFFIRM PUSH FOR LETTING ILLEGAL IMMIGRANTS VOTE IN GEORGIA”

I have 2 questions for you. (Tengo dos preguntas para usted)

1. Do you have evidence about the illegal immigrants voting in Georgia? (¿Tiene usted evidencia de que hay inmigrantes ilegales votando en Georgia?)

2. Do you have evidence about the 53,000 voter registration applications have been placed in “pending” status, are illegal aliens? (Usted tiene evidencia de que las 53,000 solicitudes de registro de votantes que han sido colocadas en estado “pendiente”, ¿son extranjeros ilegales?

Al cierre de esta edición, nuestras preguntas seguían siendo ignoradas, mientras la campaña de Kemp seguía generando comunicados, en los cuales insiste en señalar que los “inmigrantes ilegales”, pudieran estar votando de manera irregular para favorecer a su contrincante.

Si la campaña de Kemp, y el propio candidato, no se sienten lo suficientemente respaldados para generar votos de manera más honesta, lo que deberían hacer, sería examinar cuáles son los factores por los cuales la comunidad ya no les está creyendo y si vale la pena continuar con una farsa conservadora que no respeta límites y que no se respeta ni siquiera a ella misma.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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