El hombre del asterisco

Dice el director del partido demócrata de Georgia que el nuevo gobernador del estado Brian Kemp, pasa a ser desde su posesión este pasado 14 de enero como el hombre del asterisco, una connotación que lo perseguirá a lo largo de su mandato, como signo de que su papel como secretario de estado y candidato al mismo tiempo fue controversial y su elección por ende arrastra con ese fardo.

Más allá de ese asterisco, de esas connotaciones, de esas dudas y de la evidencia de haber sido un supresor de votantes de las minorías, el período de Kemp se inicia con grandes expectativas en varios sentidos: En lo económico, porque se sabe que Kemp ha tenido problemas con grandes compañías como Delta, por defender él, sus intereses personales por encima del aporte de la aerolínea al desarrollo del estado.

En lo político, porque Kemp recogió las banderas supremacistas de Donald Trump, y copiando el discurso de odio del mandatario ha prometido represión contra la inmigración irregular y en el tema de la salud, por ejemplo, se sabe que Georgia ha recortado recursos a Medicare y Medicaid por su franca oposición a los planes de salud a bajo costo contemplados en el Obamacare.

El tiempo dirá en cuál de estos tópicos el nuevo gobernador alardeó como parte de su estrategia para captar votos de sus adeptos y cuál definitivamente estaba pensando en actuar de manera concreta, considerando lo mejor para el estado, para los georgianos y en general para su partido republicano, quien ostenta el poder hace ya 16 años de manera ininterrumpida.

Lo verdaderamente cierto es que esta nueva administración no pinta tener nada diferente a la anterior, y si vemos el componente de la parte legislativa, donde siguen dominando los republicanos, podremos desde ya predecir lo que va a ocurrir en estos próximos 4 años.

Esperamos por el bien de todos, que el estado siga creciendo económicamente, que más compañías miren a Georgia como un buen lugar para traer sus centros de operaciones y que no suceda lo de Amazon y la cacareada bonanza de Hollywood que nunca terminó de llegar, por múltiples razones, entre ellas, porque a esta industria le asustan los gobiernos ultraconservadores que ven más el beneficio de sus partidos y sus donantes, que el común de sus habitantes.

También esperamos que al término de estos 4 años y con un buen recaudo de buenas obras y una buena administración, el nombre de Brian Kemp, ya no esté ligado a ningún asterisco de duda.