La frontera Estados Unidos-México está más segura que nunca

Washington, DC

A pesar de la retórica de “seguridad en la frontera primero” de los conservadores —que es el principal obstáculo para una reforma migratoria integral —un artículo reciente de USA Today muestra que las comunidades fronterizas son más seguras que la ciudad promedio en los Estados Unidos y un reportaje del New York Times sugiere que la inmigración neta ilegal de México puede estar ahora en cero.

Estos resultados subrayan las conclusiones del informe del Center for American Progress “Más segura que nunca: una mirada de la frontera de EE.UU.-México,” el cual fue publicado hoy junto con el evento “El estado de la seguridad Estados Unidos/México.” Ambos discuten los logros en la reducción de las entradas ilegales a través de la frontera y renueva el llamado por una amplia reforma legal – cual ausencia ha causado una serie de consecuencias no deseadas y contraproducentes.

Aunque el objetivo aparente de la estrategia de intervención en la frontera ha sido de romper la existencia de un integrado pero no regulado, y por lo tanto ilegal, mercado laboral en Norte de América, el mercado no ha sido destruido. El intento de sofocar la migración sin ofrecer vías alternativas legales para canalizar algún nivel de la migración económica legítima ha causado una serie de resultados perversos. Estos resultados contraproducentes incluyen:

Mayor tiempo de espera para los peatones y los cruces vehiculares, debido a un mayor escrutinio de tráfico transfronterizo, el cual impide que el dinero se gaste en los Estados Unidos, perjudicando a las empresas y los trabajadores de EE.UU que dependen de este ingreso de México – el segundo mayor socio comercial de nuestro país.

El costo y el peligro de cruzar ha causado que los inmigrantes profundicen sus raíces, en vez de seguir el flujo circular de los inmigrantes económicos entre EE.UU. y México.

Los posibles inmigrantes económicos han sido empujados a la órbita de los operativos del crimen violento y los despiadado carteles de drogas controlan casi todo el trafico transfronterizo, incluyendo el contrabando de personas.

El aumento del control gubernamental en vastas regiones de la frontera ha provocado la reubicación de los puntos de entrada a coyunturas más remotas y más peligrosas; literalmente miles de personas han muerto tratando de cruzar la frontera.

Por la monopolización del mercado por los cárteles y la necesidad de utilizar un contrabandista para cruzar en las zonas más peligrosas, es más probable que los inmigrantes sean forzados a participar en otras actividades ilegales para escapar la posibilidad de la ejecución o violentas represalias contra sus familias.

Como resultado del aumento del personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS siglas en inglés) a lo largo de la frontera y una serie de importantes mejoras en la tecnología y en la infraestructura, la Patrulla Fronteriza puede mas eficazmente vigilar la frontera y frenar el flujo de cruces no autorizados. Ejemplos sin precedentes de la implementación de recursos incluyen:

La duplicación de la cantidad de agentes de la Patrulla Fronteriza en 2004 – ahora tenemos cerca de 21.000; 18.000 de los cuales son desplegado a lo largo de la frontera sur.

Una cuarta parte de Inmigración y Aduanas están desplegados a lo largo de la frontera sur y ahora el doble número de personal está asignado a los Grupos de Seguridad de la Frontera (Border Enforcement Security Taskforces), enfocándose en interrumpir las organizaciones criminales.

El Presidente Obama ha desplegado y extendido la misión de 1.200 soldados de la Guardia Nacional para ayudar a las autoridades locales a identificar a los contrabandistas con tecnologías sofisticadas del Departamento de Defensa y llenar cualquier falta de personal.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS siglas en inglés) ha completado cerca de 650 millas de barda, incluyendo 300 millas de barreras vehiculares y 350 millas de vallas para peatones.

El uso de tecnologías avanzadas de detección, incluyendo sistemas de video de vigilancia remota, vigilancia móvil y sistemas de imágenes térmicas, ha sido ampliamente expandidos por el Departamento de Seguridad Nacional, permitiendo que los oficiales vigilen sectores más amplios en la frontera en tiempo real, a pesar de las dificultades que se presenta en alta zonas de densidad y en un terreno rocoso.

Ahora es el momento de construir un sistema migratorio que preserva lo que se ha ganado en términos de control mientras separa la inmigración que nos beneficia de la violencia de los carteles de la droga.

Rafael Navarro

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