El mentor: Una persona que transforma vidas

 El mentor: Una persona que transforma vidas
Alexandra Campos, habla con los estudiantes Carlos Alemán y Yamileth Jarquin.

Por: Rafael Navarro-ENG

Yamileth, tiene claro lo que quiere ser en la vida: Una abogada. Por eso sigue estudios de ciencias políticas y sociología en una universidad de Connecticut, desde donde sigue manteniendo la misma relación de amistad y cercanía con la persona que fuera su mentora desde que ella estaba cursando el segundo año de su escuela secundaria.

“Recuerdo que mi mamá me había dicho que era buena idea que yo platicara con otra persona que no fuera de la familia, y me acuerdo de que conocí a mi mentora en el segundo año del high school y era mi cumpleaños y entonces yo lo tomé como si hubiera sido un regalo”, recuerda la joven.

Resalta su amabilidad, su paciencia, pero sobre todo su entrega y decisión por ayudarla en las tareas, por acompañarla a comer helados, por simplemente estar ahí a veces para escucharla.

“Llegamos a establecer una relación entre ella mi mamá y yo, porque ella era muy amable le encantaba hablar de todo y mi mamá dijo, sí, ella definitivamente va a ser tu mentora”.

Faltan mentores

Alexandra Campos Castillo, es quien coordina parte del programa de mentores en la división de educación de la Asociación Latinoamericana, y señala que, este programa se trata básicamente de darles más apoyo a nuestros estudiantes.

“Trabajamos con 6 escuelas en todo Metro Atlanta y tenemos más de 200 estudiantes a los que queremos darles apoyo individual”, dice hablando para El Nuevo Georgia.

“Entonces lo hacemos a través de mentores, como los que trabajamos aquí no los podemos apoyar personalmente, usamos voluntarios, para que ellos puedan conocer a las familias de una manera más profunda, conocer a los estudiantes, sus necesidades, sus sueños, las metas que tienen, y ayudarlos a crecer en toda su vida, su carrera, verlos llegar a la universidad sacar becas…”, anota.

Campos señala que este programa de mentorías tiene dos componentes: uno es la mentoría en grupo que hacen en las escuelas y los estudiantes se reúnen en grupos de 15 y generalmente son atendidos por un estudiante universitario.

El segundo componente son alrededor de 100 estudiantes que van al programa individual y son quienes reciben la tutoría persona a persona.

¿Qué debe tener un mentor?

Carlos Alemán acaba de terminar la secundaria, y tiene todo listo para empezar a estudiar en Georgia State ingeniería y computadoras, narra que hace un año tuvo un mentor y se fue y no me dijo por qué lo hizo.

“Así es que, este año cuando volvieron a hablar del programa pensaba no quiero, porque se va a ir otra vez, pero lo conocí y sabía que de repente él era diferente y que quería ayudarme y sí, así ha sido”

Alemán dice que su nuevo mentor le ha ayudado en temas de educación y en temas generales de la vida, es un amigo que lo sabe escuchar y apoyar sobre todo en temas educativos.

“Mis padres no podían ayudarme en todo y mi mentor entonces lo hacía, así cuando yo no sabía algo le preguntaba a él y trabajábamos en lo que necesitaba ayuda”, dice el joven.

Para Campos Castillo, un mentor debe ser alguien que tenga compasión y paciencia para apoyar a un joven, muchos de ellos, aún niños que están creciendo y aprendiendo cómo funciona el mundo.

“Los estudiantes traen muchas dificultades en sus vidas… y el mentor tiene que estar preparado para poder entender esas diferentes emociones, conocer esas dificultades y no dejar que eso los pare de tratar de ser efectivos en mentoría”.

Una de las recomendaciones que ella hace a quienes se inscriban al programa como mentores, es precisamente que, los que se comprometen deben terminar, porque si a mitad de año el mentor se va eso afecta a los estudiantes.

“Que sea alguien estable que trabaje o estudie que pueda ser un buen ejemplo para los estudiantes”.

Qué se espera de un mentor

Estudiantes universitarios, líderes cívicos y profesionales están invitados a servir como mentores, trabajando con jóvenes latinos para desarrollar habilidades de liderazgo, responder preguntas sobre la universidad, ofrecer orientación profesional y proporcionar apoyo académico y social, además:

Los mentores deben comprometerse por nueve meses a reunirse con su estudiante asignado un mínimo de dos veces al mes, después de la escuela o los fines de semana.

-Los mentores y estudiantes se seleccionarán de acuerdo al género, intereses y personalidad.

-Los mentores deben asistir a una orientación obligatoria y una reunión con la familia del estudiante.

-Los mentores deben programar con anticipación un mínimo de dos reuniones al mes.

-Los mentores deben trabajar estrechamente con los gerentes del programa, proporcionando registros de actividades, actualizaciones y comentarios.

-Los mentores deben mantener comunicación con su estudiante asignado y cumplir con sus compromisos.

-Los mentores deben servir como recurso y fuente de apoyo para el estudiante asignado.

¿Quiere ser un mentor e impactar la vida de un joven latino?

Llame a Alexandra Campos Castillo del Departamento de Educación de la Asociación Latinoamericana, al 678.663.2332, o escríbale a su correo electrónico: acampos@thelaa.org

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

Related post