“Pero la Habana mi hermano, no tiene comparación”

 “Pero la Habana mi hermano, no tiene comparación”

Por: Rafael Navarro-ENG

Plaza colonial en la vieja Habana

La Cuba de las noticias estaba ahí, a pocos minutos de tocar su tierra cuando el avión nos mostraba desde la distancia la pista del aeropuerto José Martí, a donde llegamos pasado el mediodía.

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Por fortuna, la Cuba de la que les voy a hablar—en cuanto a colorido y paisajes–no es la misma que se respira a su entrada, donde el pasajero es recibido en unas salas semioscuras y rústicamente pintadas de rojo al estilo militar.

Salir del aeropuerto José Martí y encontrarse con los primeros taxistas y promotores de turismo, va dándole a uno la idea de que, hay mucho por explorar, tan cerca como a solo 20 minutos donde nos recibe La Habana, una ciudad que presenta los más dramáticos contrastes arquitectónicos, producto de su misma historia política alterada, donde se combinan lo colonial y lo moderno, lo restaurado y las ruinas de una pobreza que sobrepasa los límites del tiempo.

“Yo hice un viaje a través, de distintas poblaciones,

Para ver sus atracciones y compararlas después.

La bella matanzaces, orgullo de la nación,

Y también muy lindo son, Santiago Guine su adiana,

Pero mi Celia, La Habana no tiene comparación”

Un recorrido por la vieja Habana de día o de noche, no deja de ser deslumbrante. Sus calles empedradas, sus viejas y rancias edificaciones, muestra viva de una ciudad que en su momento fue pujante e imponente, llevan al turista a sumergirse en el corazón de una Cuba que se cuenta a medias y que en algunos momentos excita, pero al mismo tiempo desconcierta.

Museos, carros antiguos y monumentos

Hay muchos sitios para visitar, explorar, conocer y aprender, puede decirse que la Habana y media Cuba en general, son un inmenso museo de historia, donde por supuesto la revolución juega un papel preponderante, sobre todo en la disposición de sus monumentos.

En algunos casos, por su grandiosidad y opulencia, monumentos como el de Martí y otros héroes y efemérides, contrastan con esquinas destruidas, edificaciones en ruinas y edificios de viviendas al borde del colapso, todo haciendo parte del mismo paisaje, en el mismo lugar donde el tiempo, parece haberse detenido.

Un lujo del que no deben sustraerse los turistas es el de hacer un paseo en uno de los carros antiguos que recorren las calles de La Habana y casi todo el territorio cubano. Su magnífica conservación, sus colores festivos, y la amabilidad de sus conductores son una excelente combinación para recorrer sin afanes, los encantos de cada rincón habanero.

Finalmente, detenerse a disfrutar de los platos de la rica gastronomía cubana, es un placer del que nadie debería sustraerse, y su guía o su propio olfato, pueden llevarlo a los sitios donde el sabor y la sazón de la isla, recobran vida en cada plato; cada bebida de fruta sin alcohol o cada sorbo de un ron cubano de la variedad que usted prefiera.

Paz y tranquilidad

A 30 minutos de la Habana, encontramos Guanabo una población apacible y tranquila sobre unas playas de arenas blancas y aguas esmeraldadas y poco profundas donde las familias pueden disfrutar sin mayores sobresaltos.

A dos horas de Guanabo, está la provincia y la ciudad de Matanzas, y a muy escasos kilómetros de ahí, la afamaba playa de Varadero, donde los turistas disponen de todo el tiempo para integrarse a las actividades del mar, mientras disfrutan de un exquisito almuerzo que puede incluir cualquier variedad de pescados o mariscos, lo mismo que carne de res, cerdo o gallina.

En sus próximas vacaciones, si usted no tiene un destino definido para disfrutar con su familia, Cuba es una Excelente opción y para vivir la mejor experiencia, trate de escuchar los comentarios a favor y en contra de isla, pero esté siempre abierto a sacar sus propias conclusiones.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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