“Ángeles de Esperanza”: Manos que cosen por amor

 “Ángeles de Esperanza”: Manos que cosen por amor

Por: Irene Díaz-Bazán, especial para El Nuevo Georgia

Desde que el paciente “cero” en Hubei, China, fue identificado a fines del 2019 como el primer caso en el mundo por el COVID-19, nadie se imaginó la proporción y consecuencias colaterales de un virus invisible que puso en pausa a millones de habitantes en el mundo. 

Antes del “coronavirus”, nadie osaba pronunciar frases como distanciamiento social, aislamiento, cuarentena, protección incluido uso de desinfectante, guantes o mascarillas, para habitar en este mundo que creíamos era todo nuestro.

Hoy, cuando el COVID-19 ha sido declarado pandemia mundial, millones buscan proteger sus vidas. Y uno de estos mecanismos de protección que nos impone la sociedad actual, es el uso de tapabocas, que a la par de la imperiosa demanda, pronto desencadenó en el total desabastecimiento. 

En Estados Unidos, mientras iba aumentando el número de pacientes contagiados, hospitalizados y muertes por coronavirus -en cuestión de días- las mascarillas quirúrgicas se terminaron.

MILES DE MASCARILLAS DE PROTECCIÓN 

Cuando el COVID-19 llegó a Georgia, un matrimonio cubano se preocupó por esta urgente necesidad. Ángel y Yamila Díaz, se propusieron ponerse “manos a la obra” y proteger la salud de miles en nuestro estado. “Nos dimos cuenta de que el uso de mascarillas para nuestra comunidad era indispensable y que no había dónde conseguirlas”, dice Ángel quien junto a su esposa Yami, fundaron en el 2014.

“Ángeles de Esperanza” una organización sin fines de lucro con sede en Atlanta que durante años vela por ayudar al menos favorecido. 

“Esto lo hacemos con el mayor gusto para ayudar a nuestra comunidad”, dice la cubana Yami Díaz quien nunca tuvo la habilidad de utilizar una máquina de coser. “Mi mamá Moraima me enseñó cómo hacerlo y desde que aprendí no hemos parado”.

Las mascarillas cumplen los estándares de protección, asegura la joven madre de tres niños quien ahora junto a los miembros de su familia han elaborado y distribuido gratuitamente hasta 4,000 tapabocas.

Su vivienda en Snellville se ha convertido en un verdadero taller de costura. “Lo hacemos tres veces por semana. Comenzamos en las noches y seguimos durante horas hasta la madrugada”, asegura.

Actualmente la familia Díaz no solo regala mascarillas de protección para niños, niñas, adolescentes, adultos y ancianos; también recibe material para fabricarlos. Personas voluntarias han obsequiado tela, hilos, agujas, tijeras, incluso sábanas. 

“Es una obra de amor que ahora involucra a otras personas”, dice Ángel, mientras ayuda a su esposa a ordenar por tamaños y colores las vistosas máscaras que se han vuelto una prenda muy preciada por los miembros de la comunidad. 

Hoy, son varios miembros de la comunidad los que se han sensibilizado con la labor de los “Ángeles de Esperanza”. 

Es así como día día; de pespunte en pespunte, corte a corte, trazo a trazo, los Díaz han elaborado mascarillas resistentes para proteger a la población de la propagación del coronavirus.

“Esta es una obra de amor que nos llena. Para mí, no es importante el tiempo que tengo que pasar detrás de una máquina de coser porque lo hago por el prójimo”, dice Yami, sin importar las veces que se ha punzado los dedos de la mano con las agujas de la máquina de coser. 

Varias personas a través de las redes sociales reconocen el trabajo de estos “ángeles” de carne y hueso, quienes no solo cosen por un buen propósito, sino que han hilvanado la esperanza de mantener unida y a salvo a la comunidad. 

ÁNGELES DE ESPERANZA  

Fue fundada en el 2014 por el pastor Mauricio Antonio Esquivel. 

“Más que un padre para nosotros fue un guía espiritual y la persona que le dio el nombre a la organización. 

“Él nos llamaba sus ‘ángeles de esperanza’, por eso hoy nos dedicamos a realizar obras de amor en memoria a ese gran ser humano a quien recordamos con mucho amor y vive a través de cada obra que realizamos”.

SU MISIÓN 

Parte de su misión es contribuir a través del poder del arte en la educación y formación integral de niños y adolescentes con menos oportunidades en la sociedad. Ángeles de Esperanza realiza talleres para menores. 

INFORMACIÓN: 

Para recibir una mascarilla o donar materiales para elaborar mascarillas llamar al: 678-719-5524

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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