¿Desaparecen los niños o se fugan? ¿Cuándo se declaran desaparecidos?

 ¿Desaparecen los niños o se fugan? ¿Cuándo se declaran desaparecidos?

Para crear lazos familiares fuertes el oficial Granell interactúa con la comuidad de su condado.

Por: María Isabel Pérez

Christina Gillis, dijo que había tenido una discusión con su hija de 10 años por la arreglada de su habitación y que en la madrugada cuando la fue a buscar al cuarto la menor ya no estaba.

Aly Cruz Gillis, debió permanecer fuera de su casa en Atlanta al menos 8 horas, a juzgar por los tiempos que su madre dijo a las autoridades cuando reportó su desaparición y pidió ayuda. 

Cruz fue encontrada sana y salva por la policía de Atlanta y devuelta al seno de su familia.

¿Perdidos o fugados?

Ante los últimos casos de niños latinos que se han reportado como desaparecidos, entre los que se encuentran Faustino Julio Sánchez, y Meghan Salinas, ambos del Condado de Hall, El Nuevo Georgia ha querido explorar un tema que causa actualmente inquietud a los padres.

Normalmente cuando se habla de alguien desaparecido, en este caso de niños, se tiende a pensar que se trata de un secuestró o que alguien se lo llevó por la fuerza. 

Pero el oficial Raymond Granell, enlace de la policía para la comunidad latina de la policía del condado de Cobb, aclara los conceptos que son confundidos frecuentemente, “desaparecidos” y “fugitivos o runaway”.

Lo que dicen las autoridades

“Runway son jovencitos o menores de edad que se escapan de la casa, muchos de ellos se van porque no están de acuerdo con las leyes del hogar o porque algún adulto le ofrece algún sueño o fantasía”, señala.

Con respecto al otro concepto, advierte que “Una persona desaparecida, haciendo el contraste podría ser un adulto que decide irse de la casa por diferentes razones, pero también hay que poner en consideración que algunos adultos sufren de demencia y a veces no se van porque se quieren ir, sino como consecuencia de su confusión mental”.

En cuanto a cómo identificar que se trata de un caso de fuga, y de las circunstancias, el oficial indica que “Media la investigación inicial que el oficial hace cuando llega a la casa o cuando llega al querellante que hace el reporte. Con preguntas básicas busca establecer si la persona que se fue tiene demencia o qué lo motivó a irse”, anota el oficial Raymond Granel.

Normalmente la investigación se inicia con la indumentaria que llevaban, si tienen acceso a plataformas digitales o redes sociales, si carga un teléfono o si este tiene un localizador encendido, advirtió el oficial Granell.

¿Por qué se fugan los niños?

Entre los factores de riesgo para determinar el por qué un menor o adolescente decide huir se encuentran: inseguridad, maltrato, conflicto familiar, falta de aceptación, salud, mental, embarazo, entre otros, de acuerdo con el Centro Nacional de Niños Desaparecidos o Explotados.

Pero en cuanto a los niños latinos, muchos son llevados por uno de los padres o por familiares, mientras que otros deciden irse voluntariamente de la casa como producto del entorno, para lo cual el oficial Raymond Granell envía un mensaje a los padres: 

“La parte principal que deben mirar es quienes son los amigos de estos jovencitos. En las escuelas sabemos que nuestros niños se rodean de otros niños que no necesariamente vienen con el mismo trasfondo cultural que nuestros niños”.

Dice Granell que muchas veces se dejan atraer por lo que tienen los otros, o lo que les pueden ofrecer.

“A todos los niños les gusta el teléfono último modelo, la cartera más bonita, la ropa más atractiva…nosotros como padres tenemos que conocer quiénes son los amigos de nuestros hijos, donde se meten, con quién dialogan, que están viendo en las redes sociales…de dónde está saliendo esa ropa, ese teléfono celular costoso”.

Pueden enfrentar peligros

Los factores descritos anteriormente pueden incidir en la toma de decisiones equivocadas de los niños y terminar siendo víctimas de personas inescrupulosas como lo relata el oficial Raymond Granel en dialogo con El Nuevo Georgia.

“Muchas veces estos niños son engañados por adultos que manejan estas redes de tráfico de jovencitos y empiezan a pagarles cosas y a reglarles cosas que a las que, ellos no tienen acceso, y luego comienzan a pedirles favores o trabajos en retorno, los cuales no necesariamente son legales, y allí comienza la prostitución y todo este tipo de cosas”.

De hecho, el año anterior mediante la “Operación No Olvidados”, las autoridades lograron recuperar 39 menores en diferentes localidades de Georgia en un periodo de dos semanas, y fueron detenidas 9 personas involucradas en tráfico de niños y abuso de menores que por diferentes razones se vieron envueltos en este tipo de negocios sucios. 

Pero también se da el caso de adolescentes que se sienten atraídos por adultos y sucumben por su propia voluntad. 

“El amor es una cosa que no se puede medir bien. Pasa que algunas jovencitas o jovencitos se enamoran de personas mayores. Les ‘endulzan’ el oído y luego deciden irse del hogar porque allí hay reglas que deben seguir”, dijo el oficial Granell.

Anota que “también los amigos a veces les dicen que se vayan para sus casas, que allá no pasa eso y que van a estar mejor. Y les abren la casa a esos niños sin conocimiento de sus padres”. 

¿Qué hacen algunas policías?

“La unidad de relaciones con la comunidad se encarga de visitar a los vecindarios, en diferentes áreas, diferentes iglesias, pero lo más importante es que los adultos sepan cómo comunicarse con los jovencitos. Esto es dinámico, hablamos lenguajes diferentes”, dice Granell.

“Tienes que evolucionar con el joven sino lo haces, lamentablemente el jovencito no te entiende y él no te puede entender, esto trae problemas”, puntualizó.

El oficial agregó que es muy importante la participación de la comunidad y citó el caso de reportes de adultos que se ven con menores de edad que no parecen sus padres y con conductas inusuales o que se les ha visto en almacenes comprando ropa interior sexy cuando esto no debería suceder. 

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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