Regreso a continuar la lucha

 Regreso a continuar la lucha

El dreamer Eduardo Samaniego, dice que continuará luchando por los derechos de los inmigrantes.

Por: Rafael Navarro-ENG

¡Buenas noticias!, escribió Eduardo Samaniego a sus seguidores a través de las redes sociales. ¡Estoy de regreso en los Estados Unidos de América!

Para quienes hemos seguido su trayectoria, parecía algo descabellado, especialmente porque no estamos en abril y no hay bromas de día de inocentes, pero no era una broma, era verdad, el dreamer que hace un par de años fue deportado tras haber sido encarcelado y torturado en cárceles de Georgia, estaba de vuelta.

“Este es un momento increíble e improbable con el que soñé durante años y que quería compartir con todos ustedes. La felicidad y la gratitud brotan de mi corazón por todos ustedes que me apoyaron en este nuevo viaje”, dijo Samaniego, tras surtir los trámites migratorios en el paso fronterizo entre México y Estados Unidos.

¿Dónde empezó todo esto?

Con 16 años en el año 2006, Eduardo Samaniego llegó cargado de ilusiones a Estados Unidos, el país con el que siempre sonó hacer una vida diferente, a eso se dedicó desde entonces, cuando entró a la escuela, aprendió inglés de manera avanzada, se sumergió en sus clases juiciosamente y terminó graduándose con honores de la escuela secundaria de Marietta.

Ahí, al finalizar sus estudios se dio cuenta que algo no estaba bien, porque a pesar de haber ganado varias becas para la universidad por su rendimiento académico y liderazgo, el no tener un número de seguro social, lo hacía inelegible para aceptar las ofertas.

Fue entonces cuando se involucró en cuerpo y alma en la lucha por derechos de los inmigrantes, especialmente por los jóvenes, quienes, como él, no tenían acceso a la educación superior a pesar de ser brillantes.

En el 2014 se ganó una beca completa por 270 mil dólares para estudiar ciencias políticas en Hampshire College en Massachusetts, oferta que aceptó, pero que dejó a un lado a los dos años, tras haber sufrido un terrible accidente en el que resultó con quemaduras de segundo y tercer grado en el 43% de su cuerpo, y que le afectó su parte emocional.

En el año 2018 regresó a Atlanta, donde, tras un malentendido con un taxista por 26 dólares que costaba una carrera a su casa, terminó arrestado por la policía del condado de Cobb, donde estaría detenido por varios meses y de acuerdo con su testimonio, sometido a vejámenes y hasta tortura física y psicológica.

Tras pasar por varias cárceles de inmigración, finalmente en el mes de febrero del 2019 salió deportado a México luego de firmar un documento donde aceptaba dejar el país, y continuar un proceso migratorio desde el exterior.

¿Cómo es que está de vuelta?

“Apliqué para venir a Estados Unidos con un permiso, después de dos años y medio de deportación, me aceptan la aplicación, debo dejarlo todo de una semana a otra, presentarme a la frontera y mostrar todas las pruebas de por qué me deberían aceptar otra vez en los Estados Unidos”, dijo Samaniego hablando para El Nuevo Georgia.

“Me entrevisto con la Patrulla Fronteriza y Aduanas y me dan la entrada…un poco sorprendido e inesperado…porque me dijeron que me iban a detener en el puerto de Isabel, para que un juez decidiera si me dejaba pasar o me regresaran a México”, explicó.

Dijo que había aplicado para una visa humanitaria, haciendo uso de un momento coyuntural tras una decisión del gobierno de Estados Unidos, al establecer por un par de semanas un programa de solicitud de visas humanitarias que pudo beneficiar a un buen número de personas que fueron deportadas durante la administración de Donald Trump.

Por el momento no tiene programada su comparecencia ante un juez de inmigración, pero es el paso siguiente, y lo que espera es que éste, tome la decisión de dejarlo, entendiendo que ahora mismo vuelve a estar en la incertidumbre legal.

“No tengo la habilidad para acceder a programas sociales, de proveer para mí mismo, ni de obtener una licencia, pero tampoco es malo, porque me dejaron entrar legalmente a los Estados Unidos, y en ese sentido, Inmigración, ICE no puede poner sus manos sobre mí…y el único que puede decidir sobre mi caso es un juez”.

Samaniego, quien sigue ligado a organizaciones proinmigrantes ahora en el norte del país, dice estar seguro de que su lucha, esta vez, tendrá un feliz desenlace y que bajo la administración de Joe Biden y la escaza mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso, pueda llegarse a legalizar al menos a una buena parte de los más de 20 millones de indocumentados en todo el país.

¿Qué es un parole humanitario?

Cuando una persona extranjera necesita urgentemente ingresar a Estados Unidos y no puede obtener una visa podría calificar para obtener un parole humanitario.

El parole humanitario solo es posible pedirlo cuando el solicitante está fuera de EE.UU., no puede de ninguna manera obtener una visa regular y necesita ingresar a Estados Unidos por razón de emergencia humanitaria o beneficio público significativo.

El solicitante o sus patrocinadores deberán tener recursos económicos suficientes para demostrar que, de ingresar a EE. UU., el solicitante no se convertirá en carga pública.

Una de cada cuatro solicitudes de parole humanitario es negada.

De aprobarse, generalmente son por un tiempo concreto.

Aunque habitualmente a este tipo de autorización se les llama visa humanitaria en realidad no es una visa, sino que se trata de un parole, es decir, una autorización extraordinaria que se otorga cuando no se cumplen los requisitos ordinarios para obtener una visa.

¿Qué es una razón humanitaria o beneficio público significante para obtener la parole?

La ley migratoria de los Estados Unidos establece que se puede solicitar cuando se dé una de las siguientes causas: 

-Médica, tanto para visitar a un familiar enfermo o accidentado o como para recibir tratamiento médico, cuando no sea posible recibirlo en el propio país o en uno vecino.

-Presentarse como testigo en un juicio civil o penal

-Casos muy excepcionales de reunificación familiar, cuando se trata de una separación entre adulto – niño menor de 16 años o en casos de incapacidad física o mental.

-Cualquier otra que sea considerada grave. 

-Cuando sea un beneficio público importante.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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