¿Quién es más anti-inmigrante, Romney o Gingrich?

Analistas políticos del país han advertido que el tema de las dos campañas para buscar al nominado republicano a la presidencia se ha reducido a un intercambio de acusaciones sobre quién es más o menos antiinmigrante entre el ex gobernador Mitt Romney y el ex presidente de la Cámara baja, Newt Gingrich.

La “autodeportación” fue presentada por Romney como una forma de expulsar a los indocumentados, al hacerles la vida imposible en Estados Unidos sin una identificación otorgada por el gobierno estadunidense, al estilo de una tarjeta de crédito verificable.

El cambio de palabras, a veces airadas, pero frecuentemente con apariencia de haber sido ensayadas previamente, fue uno de los choques con que concluyó el último debate en la primaria de Florida, uno de los cinco mayores estados electorales del país y el primero de la precampaña electoral con una población hispana importante y aún capaz de definir el resultado.

Romney ha negado ser antiinmigrante y de hecho se dijo favorable “a la inmigración… legal”, pero mantuvo la idea de crear condiciones para una “autodeportación” de inmigrantes indocumentados a los que de cualquier forma definió como violadores de la ley por el mero hecho de haber llegado ilegalmente, y en sus palabras “robado” un empleo y tal vez el número de seguridad social de alguien más.

El ex gobernador de Massachussetts afirma que una de sus prioridades sería asegurar la frontera. Por otro lado, Gingrich, que en varias ocasiones se ha visto a la defensiva, calificó la propuesta de Romney como irreal, para alegar una vez más que “los abuelos y las abuelas” que llevan años radicados en el país no se van a “autodeportar” y el gobierno no va a ir tras ellos.

“Pero nuestro problema no son 11 millones de abuelas y abuelos”, dijo Romney, claramente preparado para manifestarse así a la menor oportunidad.

Pero Gingrich se ha pronunciado en favor de un programa de trabajadores invitados y la idea de mostrar un poco de compasión hacia los indocumentados con una residencia más larga en el país ayudaría incluso a limitar la inmigración ilegal, pero de entrada Romney rechazó la idea.

Gingrich acusó a Romney de ser responsable de un anuncio en el que se le acusa de señalar al español como un idioma del “ghetto”, y se quejó de haber sido citado “fuera de contexto” toda vez que es partidario de que el inglés sea el idioma oficial del gobierno estadunidense y como vía de unificación, toda vez que recordó que solo en el municipio de Miami se hablan 94 idiomas.

Romney no conoce a ninguno de sus primos segundos mexicanos, entre los que abundan los hombres altos, de pelo claro, que tienen su mismo apellido y hablan un inglés con marcado acento estadunidense. Esto a pesar de que siguen viviendo en el lugar donde nació su padre y a que comparten su fe mormona, que considera que la familia y la genealogía desempeñan un papel importante en el más allá.

Los hermanos de Romney han visitado la pequeña Colonia Dublan para ver la casa donde nació su padre George Romney el 8 de julio de 1907, en una colonia de pioneros mormones en un espectacular valle agrícola al pie de la Sierra Madre.

Leighton Romney, de 52 años y quien administra una cooperativa de cultivadores de frutas llamada Grupo Paquime en la vecina Nuevo Casas Grandes, le mostró a una periodista de la Associated Press el árbol genealógico familiar en un televisor de la oficina donde le vende frutas a Walmart y otras cadenas grandes.

Rafael Navarro

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