Invierta en el futuro… Sea un mentor

 Invierta en el futuro… Sea un mentor

Por la Dra. Veronikha Salazar

Cuando yo estuve en la escuela de post grado, yo era la única hispana en todas mis clases de Maestría y Doctorado. Mis profesores ni siquiera eran hispanos, y debido a mi trabajo y mi servicio comunitario me encontraba rodeada de estudiantes internacionales todo el tiempo.

Además, mi familia es de raza Blanca así que mi contacto con la comunidad hispana era bien limitado.

Siempre escuché lo importante que es tener un mentor; y yo traté muy duro de conseguir uno – y fuertemente deseaba que ese mentor fuera un mentor hispano. Pero, no podía conseguir uno ya que a todos los que yo pedía que fueran mis mentores estaban muy ocupados. Ninguno tenía tiempo para mí.

Hasta que un día conocí a mi consejera de maestría y también a su esposo – Los Thompsons- pareja de raza blanca. Ellos eran muy amables y pacientes conmigo. Me ayudaron mucho. Aunque como hispana yo aún anhelaba hablar con otros hispanos profesionales. Quería saber cómo lo habían logrado (en la universidad, en sus carreras, con sus familias, con la comunidad, etc.). Quería ser inspirada y ser alentada por ellos.

Quería aprender de ellos. Quería modelos en mi vida. Pero no encontré a ninguno, ni en mi universidad ni en mi comunidad.

En el 2004, el último año de mi doctorado, empecé a trabajar con una persona de raza negra (Su nombre era Cornell). Aunque ella no era perfecta, de algún modo me quiso mucho y me dio la oportunidad de hacer lo hasta hoy hago.

Fue ella la que me introdujo a una persona filipina (Gigi). Y aunque Gigi no era mi mentora en ese entonces aprendí mucho de ella. Fue con ella que nació mi pasión por la diversidad cultural. El trabajar con ella mi pasión se vio reforzada ya que pude ver todas las cosas maravillosas que Gigi hacia por los estudiantes minoritarios.

El tiempo y las oportunidades que Gigi me dio al trabajar con ella fueron muchas. Ella se convirtió en mi mentora y actualmente una de mis amigas más cercanas.

Durante el inicio de mi carrera profesional yo encontré a otra mentora. Yo la llamo ¡Mi Campeona! Ella es la Dra. Lofton. Me gusta hablar de ella, ya que ella fue instrumental en lo que yo llegaría a ser y lo que llegaría a hacer por personas como yo, personas hispanas.

Ella fue la que me empujó a hacer cosas que yo nunca me vi haciendo. Ella fue la que siempre me mantuvo en mente para hacer cosas que beneficiarían a la comunidad hispana. Ella fue la que siempre me vio como una gran contribución en la institución en donde yo trabajaba. Ella hablaba conmigo, me aconsejaba y me ayudaba a pensar antes de actuar.

Fue con ella que juramente mi compromiso de velar por el éxito de estudiantes minoritarios y diversos en el campo universitario.

Pero, yo también tengo al Dr. Mock (el único mentor masculino). El es un modelo a imitar. No muchos administradores universitarios tienen la integridad que él tiene. Yo no conozco a muchas personas que se encuentran en una posición del poder y ser tan humilde como lo es el. El siempre se daba tiempo de preguntarme cómo me encontraba personalmente y profesionalmente.

Sus preguntas eran siempre honestas y verdaderas. Aunque yo no hice mucho caso a algunos de sus consejos, los consejos que él me dio fueron muchos. Las circunstancias de la vida se lo llevaron de mi lado (a otro estado); pero cuando lo necesité, siempre estuvo allí por mí. Me llamaba, me animaba, me guiaba y me ayudo a tomar decisiones que me beneficiarían y beneficiarían mi carrera. Yo no creo que el sepa cuánto me ha ayudado y aun me sigue ayudando.

Ser un mentor no sólo cambiará la vida del niño hispano, sino que cambiará la vida suya también. El ser mentor toma tiempo y energía; pero vale la pena. Así que invierta en nuestro Futuro. Empiece Hoy. ¡Sea un Mentor!

Si tiene preguntas acerca de la educación universitaria o tiene comentarios puede llamarme al 912-344-2513 o envíeme un correo electrónico a veronikha.salazar@armstrong.edu

Rafael Navarro

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