El drama de un hombre que casi pierde la vida

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El pasado 21 de agosto la vida le cambió a Julio Gómez López un hombre de 26 años que se dirigía desde la tienda donde había comprado panes, hasta su casa en un colonia de Duluth cerca de Sattelite Boulevard y Steve Reynolds, ese día, recuerda Julio, sintió un gran remezón en su cuerpo cuando caminaba por la orilla de la calle y a los 10 días despertó de un coma en el Centro Médico de Gwinnett: El conductor que lo atropelló huyó de la escena.

Como consecuencia del golpe, Julio perdió parte del hueso craneal izquierdo, con un diagnóstico menos alentador, el hombre padre de dos hijos de 4 años y 8 meses y de dos años, podría quedar inválido y perder la visión de ese lado, pero nada de eso sucedió.

“Gracias a Dios él me levantó y me hizo caminar, nada de lo que el médico me dijo se hizo cierto, pero no puedo trabajar y sufro de fuertes dolores”, comenta Gómez.

El inmigrante guatemalteco tiene alrededor de 9 años viviendo en Estados Unidos y antes del accidente trabajaba en un restaurante para sostener a su familia, ahora tiene que esperar en su casa a que sea su esposa la que lleve el sustento para lo cual tiene que trabajar en dos turnos.

Pero eso no es lo peor, a Julio se siguen llegando cuentas del hospital y de los especialistas que le hicieron dos cirugías en su cabeza, cuentas que ya superan los 150 mil dólares, situación que le preocupa porque, según él mismo dice, el médico que lo atendía ahora se niega a hacerlo porque él no tiene forma de pagar la suma que le cobran.

“Me mandaron para la casa sin recetarme ni una pastilla para el dolor, yo hay veces que tengo muchos dolores y perdí el sentido del olfato, muchas veces sufro de mareos y no puedo tomar nada porque el médico me dice que él no quiere ni verme”

Julio tiene una tercera cirugía pendiente para implantarle una prótesis que reemplace el hueso craneal perdido, pero no tiene dinero, ni tiene quien le ayude.

Usted puede colaborar con la familia de Julio en la medida de sus condiciones y para ello puede llamarlo al: (404) 933-7637, recuerde que es más bendecido dar que recibir.

Rafael Navarro

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