Todo indica que plan de reforma migratoria no tendrá mas contratiempos

Los senadores John McCain--republicano y Charles Schumer--demócrata.
Los senadores John McCain–republicano y Charles Schumer–demócrata.

Este 16 de marzo es un día que comienza a partir la historia de la comunidad inmigrante de Estados Unidos en dos, al ser incluido formalmente en el récord legislativo del Senado, el proyecto de reforma migratoria de esa corporación, con lo cual se da el primer paso en lo que será uno de los debates más difíciles de este año, según los mismos políticos, quienes esperan que junio haya un voto definitivo.

Trascendió que el plan lleva por nombre: “Seguridad fronteriza, oportunidad económica y modernización de la inmigración 2013”, con lo que el llamado “Grupo de los 8”, dejó atrás largas horas de trabajo y reuniones privadas, para abrir la discusión sobre una propuesta, que consideran “justa” para reformar el sistema de inmigración, según informaron las grandes cadenas de noticias que tienen asiento en Washington.

En esta jornada, los líderes del grupo, Charles Schumer (D-NY) y John McCain (R-AZ) se reunieron con el presidente Barack Obama, para hablar de la iniciativa. En una declaración posterior al encuentro, el mandatario apoyó la propuesta”

“Este proyecto de ley es un acuerdo, y nadie conseguirá todo lo que quería, incluyéndome a mí. Pero mayormente guarda consistencia con los principios que yo he planteado repetidamente para una reforma general”, especificó.

Schumer aseguró que el proyecto de ley comenzará a ser editado la primera semana de mayo. “Esperamos que la legislación esté lista para un voto en junio. Una cosa que dejó clara el Presidente, es que es importante tener un proceso abierto, pero no quiere que esto se extienda demasiado”, explicó.

¿Qué contendrá y qué se espera?

La propuesta de ley de reforma migratoria elimina el sistema actual de visas por diversidad geográfica, limita la reagrupación familiar e implementa un nuevo modelo de inmigración en función de los intereses económicos del país, con cuotas de trabajadores por sectores.

Negociado a lo largo de más de dos meses por cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos, el proyecto supondría la reforma migratoria más importante en Estados Unidos desde la amnistía a indocumentados que concedió el presidente Ronald Reagan en 1986.

Esta reforma es aún más amplia, puesto que ahora pone como condición todo un complejo abanico de medidas de seguridad en la frontera con México, incluida la ampliación y el refuerzo de la barrera y la obligación para el gobierno federal de capturar al 90% de los indocumentados que intentan cruzar en las zonas de alto riesgo.

Por zonas de alto riesgo el documento especifica aquellos sectores de la frontera donde se captura a “más de 30 mil individuos al año”

Actualmente poco más de un tercio de la frontera, de 3.140 kilómetros, está vallada. El documento propone extender los sectores con una doble barrera, y hasta triplicarla si es necesario.

Más de 5 mil personas han muerto en los últimos quince años en la frontera, según asegura de la Comisión Nacional mexicana de Derechos Humanos.

Los senadores proponen un estatuto de “inmigrante registrado provisional” (RPI) para los más de once millones de inmigrantes que las autoridades creen que viven en el país.

Para crear ese estatuto, sin embargo, el Secretario de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) deberá demostrar que las medidas de seguridad están funcionando, con datos de capturas y plazos de aplicación de toda una nueva estrategia de seguridad fronteriza.

Además, el gobierno deberá demostrar que “ha implementado un sistema obligatorio de verificación de empleo”, para el que dan cinco años de plazo a los empresarios.

Ese sistema de comprobación de identidad, que ya está en vigor pero que hasta ahora es voluntario, será reforzado con la creación de una tarjeta de trabajador extranjero con datos biométricos, toda una novedad en Estados Unidos.

Una vez comprobados la seguridad y los controles dentro del país, los indocumentados que demuestren que estaban en el país antes del 31 de diciembre de 2011 podrán solicitar el RPI.

El documento de los senadores no menciona explícitamente el derecho a la ciudadanía, la principal exigencia de los grupos de defensa de los inmigrantes, sino que menciona que tras diez años esos indocumentados con residencia provisional podrán optar a la “tarjeta verde” de residente definitivo.

Según la ley actual, el residente con “tarjeta verde” puede aspirar a la ciudadanía luego de cinco años de espera.

Los jóvenes que llegaron al país de forma involuntaria, conocidos como “dreamers”, podrán solicitar la tarjeta verde en cinco años, y tras obtenerla podrán solicitar inmediatamente la ciudadanía.

Sin faltas

Los indocumentados que deseen la legalización no podrán tener historial delictivo, deberán pasar exámenes de civismo e inglés, pagar una multa y pagar impuestos.

El documento detalla luego la refundación del sistema de inmigración, y propone que el 40% de visas se destine a personas de alta cualificación.

Para ello se aumenta el número de visas H1-B, para graduados universitarios, de 65 mil a 110 mil anualmente.

Se crea también una visa “W” para trabajadores no especializados que empezaría con un mínimo de 20 mil trabajadores al año, otra visa por méritos, y también se recupera la idea de una visa de trabajador agrícola temporal, como existía hace décadas con México, lo que ha sido criticado hasta ahora por los sindicatos.

Para ser aprobada la reforma migratoria necesita 60 votos en el Senado y 218 en la Cámara de Representantes. (Aparte de este texto fueron tomados del sitio: Univision.com)

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

Related post