Fátima Coronado: Una luchadora hispana contra el ebola

La doctora Coronado dice que se inspiró en el trabajo que hace su padre para estudiar ser epidemióloga.
La doctora Coronado dice que se inspiró en el trabajo que hace su padre para estudiar ser epidemióloga.

Por: Rafael Navarro- El Nuevo Georgia News.

El amor por el servicio a los demás, no se limita al trabajo científico que lleva a cabo como médico epidemióloga adscrita a los Centros para el Control de Enfermedades—CDC–, por sus siglas en inglés, sino que lo materializa poniendo incluso su vida en riesgo por ir más allá de los laboratorios, donde está su objeto de estudio.

La doctora Coronado se graduó como médico en Lima Perú, obtuvo su maestría en Salud Pública en la Universidad de Emory e hizo un post grado en epidemiología con el CDC, justo el mismo que había hecho su padre, quien ha sido una inspiración para ella.

“Estoy vinculada con el CDC desde 1999”, dice Coronado desde su oficina, mientras nos cuenta aspectos de su viaje reciente a África Occidental, específicamente a Guinea y nos recuerda que en los primeros días de enero regresa en misión a ese mismo territorio.
El reconocimiento de Time

La prestigiosa revista Time, destaca en su portada anual donde se escoge al personaje del año, el trabajo de quienes han expuesto todo lo que tienen por combatir uno de los brotes más feroces del virus del ebola, que hasta el momento ha cobrado la vida de más 6.070 personas de un total de 17. 145 casos registrados, según los datos actualizados de la Organización Mundial de la Salud.

“El CDC está envuelto con el abola por bastantes meses, la agencia está abocada a prevenir la aparición de casos…”, dice la doctora Coronado, quien llegó hasta este punto, intrigada por el trabajo que realizaba su padre.

“Cuando uno se motiva por algo le pone interés, a pesar de que él me dijo, es muy difícil, no hagas eso…pero me gusta”, señala.

De lo que habla es de su empeño en querer servir. Mientras todo el mundo escuchaba las terribles noticias acerca de la propagación de un virus que acaba con la vida de las personas en cuestión de días, en vez de huir, la doctora Coronado quiso ir en busca de respuestas al lugar donde está el foco de la epidemia.

“Solicitaron voluntarios a través de la agencia, puse mi nombre, lo aprobaron los supervisores y terminé yendo como jefa líder del equipo de epidemiologia responsable del rastreo de contacto”

Durante los siguientes 30 días después de su llegada a Guinea, trabajó casi día y noche recogiendo datos, evidencias de casos y siguiendo el rastro de una enfermedad que causa terror por las devastadoras consecuencias que produce en el organismo.

“Cuando regresé me he mantenido en contacto con todo lo que es ebola, apoyando un poco a países que están tratando de poner un sistema de prevención de casos, y estoy regresando otra vez la primera semana de enero a Africa Occidental”

“No me da miedo regresar”

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“Yo creo que todos tenemos miedo”, responde a la pregunta de si no le dio miedo ir a un lugar donde el ebola ha causado tantas muertes, pero reconoce que, aunque la enfermedad es muy difícil, representa a su vez “muchos desafíos”

“Hay mucho desgaste físico, mucho desgaste mental de la persona que va, y para las familias que se quedan detrás, hay un temor como siempre, de que uno podría infectarse, pero, los CDCs han compartido directrices basadas en evidencias científicas, que nosotros seguimos, y la responsabilidad de cada uno de nosotros es tomar las medidas que se nos indican”

Coronado dice que ellos están bien entrenados y capacitados. “No estoy diciendo que no exista riesgo para nosotros, pero creo de que, si seguimos las medidas que se nos han recomendado, el riesgo decrece bastante”

Un modelo para sus hijas

Fátima Coronado tiene dos niñas, una de 9 y otra de 7 años, a quienes a su corta edad, les ha tratado de hacer entender el trabajo que lleva a cabo y a la altura de su edad, les deja saber lo que ella quiere hacer para ayudar no solo a un grupo de personas sino a muchas alrededor del mundo.

“Hay veces que me dicen, mami no te vayas, pero ellas ya entienden” señala.
Dice que, tanto ella como su esposo, quien trabaja también para el CDC, no es la primera vez que salen en respuesta a brotes de emergencia.

“Nuestras familias saben que estamos dispuestos a hacer esta labor social que hacemos y la labor social de nuestras familias es dejarnos ir y apoyarnos en ese sentido”
Dice además que, gracias a Dios, existe la tecnología que los puede mantener en contacto, pero en general ella siente mucho apoyo de la familia, aunque no niega que “hay algo de sacrificio”
“Sé que mis niñas entienden y que se sienten orgullosas de saber que estamos colaborando en la misión de apoyar y ayudar a salvar vidas y que además estamos capacitados para hacerlo”, señala y concluye:

“Yo veo a mis hijas y veo que como mamá, como latina, me convierto en un modelo a seguir para ellas, y eso me enorgullece…”
El equipo con el que Coronado fue a Guinea, estaba compuesto por 24 personas, pero ella dice que CDC tiene más de 600 personas en distintos lugares, solo en África Occidental tiene 180, más aproximadamente 700 trabajando en Atlanta en el centro de respuesta de emergencias.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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