Muere el máximo líder de las FARC

Por: Adriana García

El gobierno colombiano del presidente Juan Manuel Santos asentó un duro golpe contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al asesinar a su máximo líder Guillermo León Sáenz alias “Alfonso Cano“, en una operación conocida como “Odiseo” en la región sur occidente del país. Junto con León Sáenz, cayeron miembros de su estructura personal de seguridad, entre ellos su radita alias “el Zorro” y su compañera alias “Patricia”.

Hijo de profesora y agrónomo, de clase media y con un pensamiento de izquierda, Cano se involucró en la izquierda radical en la década de los 70’s. Su acercamiento con la guerrilla surgió tras una militancia en Juventud Comunista (JC) y su involucramiento con este tipo de organizaciones cuando dictaba conferencias para las FARC y distintos frentes guerrilleros.

A partir de entonces, la inteligencia militar colombiana comenzó a seguir sus pasos y es en 1981 cuando allanan su vivienda para encontrar cerca de 50 mil dólares, entre algunos billetes falsos. Durante su estancia en la cárcel fundó una biblioteca y es reconocido por su disciplina y estilo analítico, mediante el cual intenta en diversas ocasiones preparar artilugios jurídicos para defenderse.

En 1982, el ex presidente Belisario Betancur le otorga la amnistía bajo un discurso de paz que lo lleva a la presidencia. Con poco tiempo en Bogotá, Cano decide unirse a la guerrilla en donde se involucra directamente con los jefes de las FARC, en Uribe, Meta, donde es el ideólogo guerrillero Jacobo Arenas quien mayormente lo impulsa y apoya. Durante los 90´s participó en los fallidos diálogos de paz con el gobierno colombiano, junto con Arenas y Manuel Marulanda.

Cano encarnó una nueva generación de las FARC, inspirada en un tipo de marxismo-leninismo muy diferente a la de campesinos empíricos y rebeldes. Estuvo al frente de iniciativas políticas como Movimiento Bolivariano (MB) y el Partido Comunista Clandestino conocido como PC3.

Fue presidente de la Coordinadora Continental Bolivariana del grupo guerrillero y simpatizó con el proyecto político de la Unión Patriótica (UP), dado que era muy crítico de la extrema burocratización del Partido Comunista (PC), aliado natural de las FARC. En 2008, tras la muerte natural del fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias ‘Manuel Marulanda’ o ‘Tirofijo’, Cano se convirtió en el jefe máximo de esa guerrilla.

Contaba con 200 órdenes de captura por parte de agrupaciones de derechos humanos, unidades de antiterrorismo y antisecuestro, y fiscales especialmente del Meta, Tolima, Huila, Caquetá, Putumayo y Cundinamarca.

Entre las acusaciones en su contra se encontraban: el asesinato de 40 guerrilleros por faltas menores de disciplina; delitos de homicidio agravado y secuestro extorsivo en calidad de coautor intelectual del ataque de la quebrada ‘El Billar’ donde murieron 65 militares en 1998; el secuestro extorsivo del italiano Ezio Limiti Micheti, quien permaneció 63 días capturado y fue liberado tras el pago de 200 millones de pesos colombianos; el homicidio del presidente del Concejo de Lejanías, Meta, Arcadio Aponte Cubillos; y algunos otros actos de terrorismo, secuestro, utilización de medios y métodos ilícitos para la guerra y rebelión pública.

Con todos estos agravantes, el abatimiento de Cano ha significado un importante revés contra las FARC y una victoria para el gobierno de Santos. Algunos analistas consideran que este acto favorecerá sus niveles de popularidad, así como las iniciativas que promueve en el Congreso que incluyen la Reforma a la Justicia, que pretende ampliar el fuero militar e incluirlo en la fuerza pública y el llamado Marco Jurídico para la Paz, que promueve mecanismos de justicia transicional para permitir que organizaciones ilegales se desmovilicen y reincorporen a la vida civil.

Es posible que personas y organizaciones conectadas con la guerrilla sean expuestas públicamente en el corto plazo, dada la información almacenada en computadoras y celulares que el líder guerrillero llevaba consigo en el momento del ataque. Sin Cano al frente de las FARC, se cree que el liderazgo será asumido por Iván Márquez y que la organización terrorista no se verá realmente afectada, ya que cuentan con estructuras políticas clandestinas bien estructuradas y que son la verdadera columna vertebral de la guerrilla.