Agreden a hispana en estación de MARTA

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“Jamás imaginé que por ser de otra raza alguien pudiera desquitar todo su odio sobre mí”, dijo Dulce Cisneros a sus amigos en Facebook. “Ayer fui víctima de un crimen que hoy me tiene adolorida no solo del cuerpo sino también mentalmente, lo que más me duele es que mi hija vio todo y está muy afectada…” se lamentó la mujer el pasado 15 de febrero.

Los hechos ocurrieron el 14, justamente el día de los enamorados cuando alrededor de la una de la tarde se bajó de uno de los trenes del MARTA en la estación de Doraville y bajó hasta el estacionamiento a esperar el autobús que la debía llevar a Duluth donde tiene su residencia.

Pero los planes sin que ella lo supiera iban a cambiar. Cisneros le dijo a El Nuevo Georgia que ella estaba en compañía de su hija de 4 años enviando unos mensajes de textos a sus amigos por el día de San Valentín y que, cuando se percató que el autobús había llegado tomó a su niña de la mano y se dispuso a abordar el transporte.
Cuando el auto bus llegó se hicieron dos filas, en una estaba Dulce y en la otra, la que más tarde se convertiría en su verdugo.

“Por el lado de ella solo se iban metiendo las personas, y ella trató de apresurarse para subirse al bus y alcanzar una silla”, narró Cisneros, sin embargo cuando la hispana trató de subir sintió que alguien le había pateado el zapato una y otra vez.

“Yo pensé que por el tumulto ella me estaba rozando, yo la miré, le sonreí y le dije “Be careful” y la vieja le dijo shut up, entonces le dije a mi niña vamos Chaparrita… Y la mujer me dijo what do you say…” Hasta ahí dice que recuerda cuando recibió el primer puñetazo y sus gafas volaron dejándola indefensa.

Cisneros narra que la mujer la azotó contra los barrotes y contra el piso a la vista de todos los que a esa hora estaban en la estación, ella trató de levantarse débil del piso porque no sabía dónde estaba su niña en ese momento, pero se dio cuenta que estaba sangrando por la cabeza y se llenó de nervios.

Arrestan a la culpable

Cuando la levantaron, Dulce estaba débil, asustada y golpeada y su agresora yacía sentada en una de las primeras bancas del autobús en espera de que éste iniciara su ruta, pero ya alguien había llamado al 911 y habían pedido también una ambulancia. Su niña estaba a salvo pero lloraba desconsoladamente.

La madre hispana fue llevada al hospital Northside donde le curaron las heridas que no revistieron gravedad, y la mujer identificada como Mia Antoinette Oliver, fue arrestada bajo cargos de asalto simple y crueldad infantil en tercer grado.

“Lo único que encuentro es odio racial y tanta violencia contra mí…todo se me puso blanco, yo ya no supe…yo tengo mucho miedo, la niña se golpea la cabeza sola…y ella no se puede controlar, anoche no dormimos porque no deja de gritar…” dice Cisneros.

Ella ha visto al pediatra de la menor y busca ayuda sicológica para ambas porque dice tener mucho temor de salir, sobre todo porque descubrió que su agresora vive en el mismo complejo de apartamentos en Duluth.
“Ya consulté a un abogado y me dice que no puedo poner una demanda contra ella (la agresora) porque no tiene forma de responder sino con cárcel, pero yo quiero es que alguien me ayude sicológicamente”, afirma.