Como palmera

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El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán.
Salmo 92:12-14

La palmera mencionada en el Salmo 92 es sin duda la palmera datilera. Se trata de un árbol grande de unos 15 a 30 metros de altura, de tronco o tallo cilíndrico, con una corona de hojas, las palmas, y justo por debajo de ellas están los dátiles agrupados en racimos.

Al observar una palmera, lo que nos llama la atención a primera vista es que crece en línea recta hacia el cielo. También podemos admirar su conjunto de hojas siempre verdes, con sus pesados racimos de dátiles.

En la Biblia, los justos son comparados a las palmeras. Son prósperos, están llenos de frutos, tienen las hojas verdes, y esto a pesar de la edad que avanza. Los justos crecen como la palmera, en línea recta hacia el cielo.

Pero, ¿quiénes son esos justos que crecen así hacia el cielo? Por supuesto, no son los que se creen justos por sí mismos. El justo, según la Biblia, es aquel que, reconociendo sus pecados, confía sólo en Dios para que lo haga justo mediante la obra de Cristo en la cruz.

Entonces ya no tiene ese peso de la culpabilidad, y puede, como la palmera, «crecer derecho». Recibe la fuerza para renunciar a todo tipo de mentira, engaño, hipocresía…

Un día los creyentes llevarán una corona, la corona de justicia que el Señor dará a todos aquellos que se regocijan con su glorioso retorno. Pero ya en la tierra pueden llevar fruto para Dios, el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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