Condenado después de 23 años

Héctor Garay, un hombre de 52 años, fue condenado en un caso de asesinato de hace 23 años, dijo en un comunicado la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Gwinnett.

Un jurado encontró a Garay culpable de matar a un hombre de negocios en Buford en 1996 durante un intento de robo a mano armada. 

Después de dos horas de deliberación, el jurado lo declaró culpable de asesinato malicioso, dos cargos de asesinato grave, intento criminal de cometer un robo a mano armada, asalto agravado y posesión de un arma de fuego durante la comisión de un delito grave.

El caso se prolongó cuando los fiscales dijeron que Garay huyó del país durante 22 años, cortando el contacto con su familia. Fue detenido tratando de cruzar la frontera entre El Salvador y Honduras en 2017 y extraditado a los EE. UU, en 2018.

Los hechos

El 21 de enero de 1996, los fiscales dijeron que la víctima, Adalberto Salinas, y su esposa, Francisca, regresaron a su hogar después de trabajar en su negocio en “Buford Hwy Flea Market”. Era uno de los dos negocios que Salinas poseía, y los fiscales dijeron que el hombre podría haber tenido una gran cantidad de efectivo.

La pareja notó lo que parecía ser alguien tratando de abrir la puerta de su casa. Con la cadena de seguridad todavía en la puerta, Salinas abrió la puerta para ver si había alguien allí. 

Lo que siguió fueron tres disparos a través de la puerta, dos de los cuales impactaron y mataron a Salinas. Francisca llamó a su hija, quien finalmente llamó al 911.

Días después, los investigadores de la policía del condado de Gwinnett entrevistaron a un testigo que declaró que Garay intentó reclutarlo para ayudarlo con un robo a mano armada. El mismo testigo dijo a los investigadores sobre una conversación que tuvo con Garay, quien admitió haber cometido el tiroteo.

Los fiscales dijeron que Garay huyó a Texas y finalmente a su país natal, El Salvador.

En el juicio, los hijos de Adalberto Salinas fueron testigos clave, ya que Francisca Salinas murió en 2007.

Garay ha estado bajo custodia en la cárcel del condado de Gwinnett desde mayo de 2018. Su sentencia ha sido programada para enero de 2020.