Pidió que lo ejecutaran rápido y le cumplieron su deseo

Este miércoles las autoridades de Texas cumplieron la petición de Daniel López, un joven de 27 años condenado a muerte en 2010 por atropellar a un policía, quien había solicitado que no se prolongara tanto la espera, y que lo ejecutaran tan pronto como fuera posible.

A 6:31 de la tarde (10:31 GMT), fue declarado muerto después de que se le aplicara una inyección letal en la prisión de Huntsville, Texas. López era considerado técnicamente un voluntario de la pena de muerte, como se conoce a los condenados a los que un tribunal concede su petición formal de renunciar a futuras apelaciones.

Tras ser condenado a muerte en 2010, López solicitó en reiteradas ocasiones que se acelerara su proceso de ejecución, que en ocasiones puede prolongarse durante décadas. “No le veo el punto a esperar 20 años a que finalmente decidan ejecutarme”, señaló en una entrevista reciente.