Los niños que se está llevando el río Bravo

 Los niños que se está llevando el río Bravo

Por: Rafael Navarro-ENG

Elmer Córdoba no soportó la carga emocional que lo venía agobiando y mientras entregaba los datos de su hijo Iker Gael de 1 año y 9 meses a la cónsul de Honduras en Atlanta se desplomó en su escritorio donde lloró de manera desconsolada. Hacía una semana que su esposa Idalia y el menor habían fallecido ahogados en el temible río Bravo.

“Me siento destrozado, porque imagínese mi esposa, mi hijo que no los voy a volver a ver, es una cosa que, no tengo palabras como expresar lo que siento, solo Dios sabe cómo en estos momentos me siento”, dijo Córdoba a El Nuevo Georgia.

De acuerdo con lo narrado por el hombre, su esposa de 27 años salió el primero de agosto y venia acompañada con otro grupo de personas en el cruce de la frontera con Estados Unidos, pero la devolvieron a Matamoros.

“Ella me decía que le tocaba dormir en las orillas de la calle con el niño enfermo y acordamos en que ella intentara de nuevo, porque era el sueño de nosotros estar aquí con nuestras hijas. A los 10 días intentó volver a cruzar”.

Una decisión de vida o muerte

Elmer dice que no soportaba estar lejos del resto de su familia y que ya las niñas de 7 y 5 años con las que él había logrado pasar hacia 4 meses, estaban a punto de entrar a la escuela y era imperante que su esposa llegara con su otro bebé para estar toda la familia reunida.

Cuando estaba en Matamoros, Idalia se comunicaba con sus niñas y les decía que ya pronto iba a estar con ellas. Precisamente, la idea de reencontrarse fue la que movió a la mujer a salir de su comunidad de El Limón, en Nacaome (Valle), el 1 de agosto pasado con su hijo menor Iker.

Como muchos de los migrantes que llegan a Estados Unidos desde Centroamérica, la pareja soñaba con ofrecerles un mejor futuro a sus hijos. En Honduras, Elmer tenía una barbería, pero, según entre las extorsiones que tenía que pagarle a la mara y las protestas en contra del gobierno que paralizaron el comercio “el negocio se vino abajo”.

“Estuvimos en contacto el martes en la noche y ella simplemente me decía, Elmer yo tengo miedo cruzar ese rio, yo tal vez me ahogo”, dijo entre lágrimas Elmer.

“Yo le daba ánimo, porque me sentía solo aquí con mis dos niñas, ella me decía que tenía miedo, yo le decía no amor, todo va a salir bien, Dios nos va a bendecir al estar con toda la familia acá…haciendo planes sobre el futuro de nosotros aquí…pero ya ve lo que me tocó vivir aquí en este país”

Solo ella supo lo que sucedió

La noche del 10 de agosto Wilfredo Córdoba, hermano de Elmer dice que recibió una llamada de la embajada de su país, indicándole del percance que había sufrido su cuñada pero él esperó que la versión fuera confirmada para darse conocer a su hermano, esperando que no fuera cierto.

La mañana siguiente con la confirmación ya no había nada qué hacer.

“Solo ella supo lo que le sucedió…ya he perdido los seres más queridos que he tenido aquí…mi esposa y mi hijo se irán para Honduras a ser sepultados…”, declaró Elmer.

Ahora dice que no sabe lo que pasará con él y en medio de la desesperanza, no haya consuelo para el dolor que está viviendo.

“Lo que Dios decida conmigo, porque ya perdí a mi esposa y a mi hijo, así es que no se que va a pasar conmigo y mis niñas, ¡solo Dios sabe!”

“No arriesguen sus familias”

La cónsul general de Honduras en Atlanta Angelina Williams, dijo que su gobierno estaba ofreciendo todo el apoyo a la familia Córdoba Herrera, y que los protocolos en estos casos se habían cumplido en conjunto con el consulado en Texas y su embajada en Washington.

“Todo esto se ha venido agravando desde las salidas de las caravanas, y nosotros solo le decimos a las personas que no se arriesguen, nuestro gobierno está trabajando en ofrecer mejores condiciones de seguridad y empleos mejor remunerados”, dijo la funcionaria.

Por su parte, Elmer es consciente que, que al menos en su caso, no ha valido la pena tanto dolor.

“¿Qué les podría decir? (a otras personas) se pregunta. “Que no arriesguen a sus familiares, porque, es duro, solo uno sabe el dolor que uno sufre en el camino. No es fácil”, afirma.

“Podrán decir que pueden sentir mi dolor. ¡No jamás!, dice y contiene los sollozos.

“Uno ve personas ahogadas en el rio, a mi me tocó ver a un muchacho salvadoreño con su hijo, y yo simplemente dije la suerte de cada uno no es la misma, ese era mi lema, pero ahorita que me está tocando este caso, es duro, es duro ver a un familiar que se le vaya de este mundo así”, concluyó.

Cifras en aumento

En lo que va del año fiscal 2019, que comenzó el 1 de octubre pasado, agentes de la Patrulla Fronteriza han rescatado al menos 315 migrantes en un tramo de unos trescientos kilómetros del río Bravo, en comparación con los 12 migrantes que se rescataron el año anterior.

Durante el año fiscal 2018, equipos de socorro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza atendieron más de 4.300 emergencias. Hubo 283 muertes, entre ahogados y fallecidos en el desierto. La cifra más alta de muertes, 492, se registró en el año fiscal de 2005.

Fotos:

1. Idalia de 27 meses e Iker Gael de 19 meses, fallecieron ahogados en el río Bravo intentando reunirse con su esposo y sus dos hijas de 5 y 7 años.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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