Regulaciones para constructores residenciales harán implacables las multas

Por: Rafael Navarro- ENG.

Ramiro Pérez lleva más de una década en el negocio de la construcción en el área residencial y recuerda cómo en los últimos años los trabajos no solo se han venido a pique como efecto de la recesión económica y caída en el número de construcciones, sino que paralelo a ello las visitas de los oficiales de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, OSHA, por sus siglas en inglés-, y sus multas se han incrementado.

Eso no parece tener lógica para este hombre que ahora lleva una cuadrilla de 11 obreros, pero que en los cuatro años pasados prácticamente dejó de trabajar porque no había dónde. Lo que Pérez dice es que, por un lado los precios siguen siendo los mismos, las construcciones residenciales han cambiado en parte de sus estructuras y encima de eso una multa más lo termina por quebrar.

“Mire, lo que pasa es que ninguno de mis trabajadores tiene una preparación académica en esto, todo lo que saben lo han aprendido trabajando…” dice el contratista que ha logrado reunir a unos 50 trabajadores entre los suyos y los de otras compañías para que la misma OSHA, se encargue de ayudarlos en el proceso de educación en cuanto a seguridad en el área de trabajo.

Esto porque, a su juicio, la frustración más grande que le ha tocado vivir es que los inspectores de OSHA no saben indicarle dónde conseguir quien capacite a su personal o dónde ir a recibir ese entrenamiento.

“Ellos solo llegan a colocar las multas…este es un trabajo de mucho riesgo, de mis 11 trabajadores uno se cortó un dedo, el otro se quebró un brazo, gracias a Dios no hemos tenido fatalidades porque trabajamos con cuidado”, señala.

Los accidentes en cifras

A pesar de que los hispanos solo representan el 8.8% de la población total del Estado, de acuerdo al censo del 2010, las muertes por accidentes en los lugares de trabajo, sigue siendo preocupante para las autoridades, ya que se mantienen en un 25% del total de las fatalidades registradas durante el año fiscal 2011, por la oficina de Salud y Seguridad Ocupacional—OSHA, por sus siglas en inglés.

“En el estado de Georgia durante el año fiscal del 2011, OSHA investigo 36 muertes–18 en la industria de la construcción y 18 en la industria general–. De esas 36 muertes, 9, es decir el 25% fueron de trabajadores latinos, 6 en la industria de la construcción y 3 en la industria general”, dijo a El Nuevo Georgia, Marilyn Vélez, vocera de OSHA.

De acuerdo a un reporte, titulado “Muerte en el trabajo: El resultado de la negación” (Death on the Job: The Toll of Neglect), la tasa de fallecimiento en los lugares de trabajo para los latinos continúa siendo más alta que la tasa de fatalidades para todos los trabajadores de los Estados Unidos.

El reporte revela que todos los trabajadores latinos – los inmigrantes en particular – continúan teniendo un mayor riesgo comparado con otros grupos étnicos de obtener lesiones mortales mientras trabajan. En el 2012, 682 trabajadores latinos fallecieron en su lugar de trabajo, 427 de estas muertes, o sea 63% fueron inmigrantes latinos.

Aunque la tasa de lesiones mortales de los trabajadores latinos cayó de un 4.0 por 100,000 trabajadores en el 2009 a 3.7 por 100,000 trabajadores en el 2012, la tasa de mortalidad para los trabajadores latinos fue un 6 por ciento más alta que las de todos los trabajadores estadounidenses, revela el informe.

Los casos de Georgia.

Para el caso del estado de Georgia, la construcción sigue siendo el lugar donde más fatalidades y accidentes se registran entre los latinos, algunas veces por no observar las normas de seguridad y en otras ocasiones simplemente por ignorar la existencia de las mismas por parte de las mismas compañías contratistas.

De las 6 muertes de latinos que ocurrieron en la industria de la construcción, éstas se dieron de la siguiente manera:

En una compañía de plomería, una excavación colapsó dejando atrapando al empleado debajo de la tierra, este tipo de accidentes han sido recurrentes en Georgia en los últimos años.

En una compañía de techos, el empleado resbaló de una escalera mientras subía material en sus manos, los múltiples traumas y golpes recibidos al caer le produjeron la muerte más tarde.

En una compañía de aire acondicionado y calefacción, el empleado estaba instalando conductos los cuales colapsaron, esto hizo virar el elevador de tijeras y el obrero cayó de una altura de 16 pies.

Para una compañía de techos comerciales de metal, trabajaba otro obrero al caer de una altura de 50 pies mientras cargaba pedazos de techo metálico en un edificio bajo construcción, las lesiones le produjeron la muerte.

Un trabajador que laboraba para una compañía que construye estructuras de metal para edificios comerciales, estaba encima de una pared de concreto, pierde su balance y cae al tratar de conectar un pedazo de la estructura de metal con otra produciéndose el fatal incidente.

Y finalmente en una compañía de contratistas generales que construye edificios industriales y bodegas, uno de sus empleado hispanos cae a través de un traga luz en el techo y fallece.

“Cinco de las 6 muertes fueron causadas por caídas, eso quizá pudo haberse evitado”, dice Marilyn Vélez de OSHA, quien hace parte del equipo que esa entidad del gobierno federal que se esmera por evitar más fatalidades en los sitios de trabajo.

Objetivo: El área residencial

Lo que Ramiro Pérez trata de hacer en estos momentos al buscar la ayuda de OSHA para capacitar a su personal y de otras empresas conocidas, es simplemente una forma de actuar ante lo que sucederá a partir del 15 de diciembre próximo cuando las mismas regulaciones que antes se les exigían a los constructores comercial, se apliquen para el área residencial, en virtud de que, esta franja de la industria de la construcción también genera accidentes y fatalidades.

“En el área residencial OSHA había estado permitiendo que los trabajadores usaran sistemas alternativos para protección contra caídas, de ahí el mito de mucha gente que piensa que nosotros no inspeccionábamos el área residencial y que solo nos enfocamos en la parte comercial”, dijo Vélez.

En efecto, Pérez dice que una de las últimas multas de que fue objeto cuando los inspectores fueron a su lugar de trabajo estuvo alrededor de los 10 mil dólares, lo que casi arruina su a su compañía, además de otras de menor cuantía que ya había recibido.

Atendiendo un plazo último de tres meses que contaron a partir de octubre primero de 2011, hasta el 15 de diciembre, OSHA comenzó a prevenir a quienes trabajan en la construcción del área residencial para que cada uno tomara conciencia de las medidas coercitivas que ellos aplicarían cuando descubrieran que una empresa trabajaba sin utilizar las herramientas de protección adecuada, y señaló en un comunicado que “las víctimas mortales por caídas son la causa número uno de muerte en el trabajo de la construcción:

“OSHA ha estado trabajando de cerca con la industria para ayudar a los empleadores a cumplir con la nueva directiva. Desde octubre 1, 2011, realizó más de 2.500 visitas sobre el terreno en los lugares de construcción y proyectos residenciales, hizo 925 sesiones de entrenamiento, y efectúo 438 presentaciones relacionadas con la protección contra caídas en la construcción residencial”

Así mismo en las oficinas regionales y de zona también se llevaron a cabo más de 800 actividades de divulgación sobre la nueva directiva. “La Agencia seguirá trabajando con los empleadores para asegurar un claro entendimiento, y para facilitar el cumplimiento de la nueva política”, anotó.

Según la Ley de Seguridad y Salud de 1970, los empleadores son responsables de proporcionar lugares de trabajo, seguros y saludables para sus empleados. El papel de OSHA es asegurar esas condiciones para los trabajadores de Estados Unidos, mediante la creación y aplicación de normas, y la capacitación, educación y asistencia de quienes lo requieran.

¿Ahora qué va a pasar?

“La problemática viene desde hace 10 o 15 años cuando se creó esta ley temporal porque no había el equipo adecuado para poder proteger a los empleados cuando están haciendo el techo o levantando las estructuras, hay ciertas cosas en una casa que no se podían establecer, como en el área comercial” Advierte Marilyn Vélez.

Y esas ciertas cosas son, por ejemplo “que a cierta altura debes de tener protección y en área el residencial solo se decía usen cosas alternativas que ustedes consideren que sean seguras…entonces este año lo que sucedió es que OSHA dijo, mira ya hay muchos sistemas alternativos en el mercado que cubren esa necesidad y ya no tienen que seguir haciendo las cosas alternativas porque la gente se está cayendo, ha habido una cantidad de muertes por caída en el área residencial…”

Vélez afirma que de ahora en adelante desde el 15 de diciembre todos los que trabajan en el área residencial de la construcción, deben seguir las reglas como si fuera comercial, ya que quedan eliminadas las posibilidades de usar los sistemas alternativos o a veces ningún sistema que no era necesariamente seguro.

“Se obliga a la industria residencial a tener el mismo tipo de precaución o de sistema como en el área comercial, básicamente si vas a estar a mas de 6 pies de altura debes tener protección contra caída, ya sea un arnés, una malla, un andamio, una escalera, o sea tienes que usar algo, no que estés caminando en el techo como uno está acostumbrado a ver la gente corriendo arriba porque dicen que es imposible asegurarse…”

Mientras tanto Ramiro Pérez, quien dice trabajar en las áreas más pesadas de la construcción residencial como es el framming, el siding y los techos ha buscado la ayuda de los mismos instructores de OSHA, para evitarse ser multado, porque a pesar de que entiende el trabajo que ellos hacen, admite que a su gente la falta información.

“La parte de techo es la menos segura…queremos que nos den a conocer qué debemos hacer, que no sea muy costoso, que no sea muy laborioso pero que se pueda hacer…estamos viviendo los últimos estragos de la recesión que nos mantuvo fuera del negocio por cuatro años”, dijo Pérez.

“La mayoría de empleadores ya han sido multados en más de una vez por la misma problemática, no siguen reglas, no capacitan a su gente” recuerda Vélez, pero agrega que se va a requerir aun más de un movimiento de educación dentro de la comunidad latina.

“La gente no se está protegiendo, se suben, se bajan, están caminando en el techo, movilizando cosas pesadísimas y no se amarran, porque dicen que no tiene de donde hacerlo y cómo lo hacen si no puede hacerlo uno solo…si no lo pueden hacer uno solo lo pueden hacer entre dos…si eso hay que hacerlo debe hacerse…pero nuestro deber es educarlos desde abajo, desde lo básico” concluyó Vélez.

Para obtener más información, visite http://www.osha.gov.

FOTOS:

1. Ramiro Pérez ha logrado conseguir que OSHA les ofrezca directamente capacitación a 50 trabajadores del área residencial para evitar seguir siendo multado.

2. Trabajar a estas alturas sin protección es un riesgo, pero ¿cómo los aseguramos? Se preguntan los constructores.

3. La industria de la construcción en el área residencial aporta un buen número de muertes por accidente cada año.

Rafael Navarro

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