En los campos de Georgia requieren inmigrantes, pero en la ciudad los republicanos y la policía los persiguen

Mientras el electo gobernador de Georgia Nathan Deal ha prometido que se encargará de perseguir con más ahínco a los inmigrantes “ilegales” y para ello se ha rodeado de los más acérrimos racistas de su partido, el republicano, los agricultores del estado siguen necesitando mano de obra para labores campo.

Así lo informó recientemente un despacho de la agencia de noticias Prensa Asociada fechado en la ciudad de Lyons, cercana a los plantíos de pepinos y cebollas, lo mismo que de nueces y verduras y duraznos.

“Los agricultores georgianos, muchos de los cuales dependen de braceros inmigrantes, advirtieron a los legisladores estatales acerca de sus intentos de reprimir la inmigración ilegal”, dice la agencia de noticias antes citada.

La información se desprende de la convención anual de la Asociación de Agricultores de Georgia quienes votaron el martes para adoptar una resolución que se opone a cualquier medida estatal contra la inmigración que “discrimine a los trabajadores agrícolas” y ponga a los agricultores en una posición de desventaja competitiva.

“Creemos que la inmigración es un tema federal, que necesita una solución federal”, dijo el director ejecutivo de la entidad Jon Huffmaster. “Y creemos que un remedio de leyes estatales podría ocasionar más problemas que los que soluciona”. Citó la AP.

Como es de conocimiento público, la mayoría de los agricultores del estado dependen en gran parte de trabajadores inmigrantes para cosechar a mano los frutos que producen, especialmente hortalizas y duraznos, que pueden ser fácilmente dañados por la maquinaria.

El líder de los trabajadores agrarios, quien es primera vez que cace un pronunciamiento sobre el tema de manera pública y llamando a los legisladores de su estado dijo que los agricultores en zonas hortícolas fueron los que primero defendieron la nueva política, una de muchas creadas o revisadas durante la convención en Jekyll Island.

“Los políticos en Georgia están dispuestos a adoptar sanciones más drásticas contra unos 475.000 inmigrantes ilegales, muchos de los cuales trabajan en la agricultura.
El gobernador electo Nathan Deal, un republicano, dijo en la campaña electoral que respaldaría una ley parecida a la de Arizona, que requiere a la policía indagar sobre el estado legal de los inmigrantes durante el desempeño de otras labores de vigilancia si sospechan que los interrogados se encuentran ilegalmente en Estados Unidos”

“Mientras tanto, una comisión de legisladores republicanos fue creada en septiembre para estudiar la inmigración ilegal y sus efectos en Georgia. Su copresidente, Matt Ramsey, dijo que intentarán taponar los vacíos en la legislación estatal y dar mayores poderes de vigilancia a la existente”

Ramsey dijo que las autoridades estatales se han visto obligadas a encarar el tema de la inmigración ilegal debido a la pasividad del gobierno federal.

“Respetuosamente no concuerdo con declaración alguna según la cual el estado no tiene cometido en este tema”, sostuvo el legislador. “En mi opinión el statu quo es inaceptable, y refleja el consenso del comité sobre la reforma de inmigración”.

Rafael Navarro

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