Una despedida de héroe para Steven

Por: Rafael Navarro- ENG.

Antes de las 11 de la mañana una corte de honor se formó a la entrada de la Misión San Felipe de Jesús en Forest Park, al momento en que edecanes elegantemente vestidos bajaban de una limosina la urna blanca de contornos dorados en la que yacía el cuerpo inerte de Steven Díaz Galindo de 13 años, el niño que el pasado lunes 22 de julio fue asesinado al frente de la casa de la hermana mientras eran objeto de un atraco.

El cuerpo de Marines de Forest Park, conociendo los sueños del pequeño en llegar a ser uno de los suyos, se había puesto en contacto con sus familiares el día anterior y había expedido una resolución especial no solo para otorgarle su uniforme de fatiga, sino la bandera de Estados Unidos la que lo acompañaría en los honores póstumos que esa dependencia del ejército americano reserva para sus héroes.

Cuando Norma Leticia Galindo y José Díaz, padres del menor llegaron, lo primero que hicieron fue agradecerles a todos por el apoyo recibido.

“Yo quiero que usted le diga todos en su periódico que estamos muy agradecidos, que toda la familia está agradecida por la forma como nos han ayudado”, dijo José, quien durante todo este doloroso proceso ha sido muy cauto.

Por su parte Norma, su esposa se dirigió a los medios de comunicación y dijo que les agradecía su apoyo. “A los medios, a los periódicos, a las autoridades, a la comunidad, todos nos han apoyado mucho, estamos muy agradecidos”, dijo la mujer mientras sostenía en su regazo la bandera de Estados Unidos que los Marines le habían otorgado en memoria de su hijo.

“Le agradezco a los Marine que anoche me entregaron su traje del Army, ahora mi hijo es un Marine, pero de Dios”, dijo mientras se le quebrantaba la voz. “Dios me los bendiga a todos los que me han apoyado en estos momentos tan difíciles”

Samaria Díaz, la hermana a la que ayudaba Steven la noche en que fue asesinado, llevaba el uniforme en sus manos y al mismo tiempo agradecía a todos sus muestras de solidaridad.

“No tenemos como agradecerles a todos”, dijo. Al negarse a responder preguntas de los reporteros a cerca de los agresores, dijo que en su momento dirá todo lo que tiene que decir. “Ahora solo quiero estar aquí para mi hijo”, anotó.

“No estoy aquí para perdonar”

Visiblemente tranquila en medio del dolor que le embarga, Norma Galindo dijo a El Nuevo Georgia que estaba buscando la resignación por todo cuanto le había acontecido y a la pregunta de si estaba dispuesta a perdonar a los asaltantes dijo:

“No estoy aquí para perdonar a nadie, pero está Dios, que Dios, todo lo ve y él sabe lo que va a hacer, y hay un nuez que el juez va a decidir lo que va a hacer”

Una caravana seguida de cientos de personase, entre quienes se contaban compañeros de estudio del joven, familiares, amigos, vecinos, allegados, personas anónimas de la comunidad que se solidarizaron con la tragedia de la familia, funcionarios de la ciudad y del condado, oficiales de policía y miembros del Marines de Los Estados Unidos de Forest Park, acompañaron al cortejo fúnebre con los restos de Steve hasta su última morada.

La tragedia

Norma Leticia Galindo, recuerda como la tarde del 22 de julio pasó a recoger a su hijo de 13 años del entrenamiento de fútbol y lo llevó a casa, después de eso la mujer se dedicó a las labores cotidianas del hogar hasta entrada la noche cuando Samaria, la hija mayor pidió a su hermano que le ayuda a tirar la basura y a inflarle una de las llantas de su camioneta.

En esas estaban afuera de los Bradford Ridge Apartments en Forest Park cuando un vehículo SUV de color rojo se detuvo frente a ellos, dos sujetos se bajaron pidieron las llaves del auto y todas las pertenencias que tuvieran. Esa es la versión que ha entregado Samaria y sobre la cual las autoridades vienen trabajando.

Lo que pasó después fue que, los sujetos, al parecer con parte del rostro cubierto ingresaron al vehículo y trataron de encenderlo pero éste no respondió, entonces frustrados arrebataron una cadena de oro que la joven llevaba en su cuello, golpearon el carro con un bate de béisbol y cuando ella junto al menor intentaron huir sonó un disparo.

Samaria dice que habiendo agarrado a su hermano de la mano para ponerse a salvo dentro del apartamento que estaba a escasos pies del incidente escuchó cuando éste le dijo que le habían disparado y se desplomó en el piso, lo que siguió, ya no alcanza a narrarlo sin que rompa en llanto y tenga que tomar nuevos impulsos para soportar lo que le anuda el pecho y proseguir.

“Me dijo: Ayúdame…corrí y lo abracé y traté de reanimarlo, pero ya no pude” Eran casi las 11 de la noche y a esa hora, tanto su padre José Sr, como su hermano José Jr, habían alcanzado a percatarse de lo que sucedía, entonces salieron confundidos.

“Yo no sabía si correr detrás de ellos (los ladrones) o ir a ayudar a mi hijo”, dijo José Díaz oriundo de san Luis Potosí en México, quien lleva alrededor de 17 años residiendo en Estados Unidos.

Por su parte su hermano, dice que alcanzó a correr detrás de los asaltantes y que uno de ellos le apuntó con un arma, pero ésta ya no estaba cargada.

Por estos hechos ya fueron arrestados, Gilberto Gómez y Sergio Alvear de 18 años ambos, acusados de asesinato. La policía dijo que Gómez fue quien apretó el gatillo que acabó con la vida de Díaz.

La razón: La policía sospecha que los delincuentes querían robarse las puertas del carro de Samaria Díaz, hermana de la víctima, las cuales son de estilo Lamborghini, o “mariposa”. La policía no descarta que pueda haber más arrestos relacionados con el caso.