La ley de Alabama fomenta un espíritu de prácticas raciales y discriminatorias

La nueva ley de Inmigración de Alabama, conocida como HB -56, promulgada por el gobernador Robert Bentley, ya está siendo tildada como la ley inmigratoria más controversial y restrictiva con la inmigración ilegal en el país.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Alabama, la considera aún más severa que la ley SB1070 de Arizona –que todavía es objeto de impugnación judicial-, la ley entrará en vigor el 1 de septiembre del 2011.

En la nueva ley se indica que las escuelas públicas deberán confirmar la situación de residencia legal de los estudiantes mediante certificados de nacimiento o declaraciones juradas; a los inmigrantes ilegales se les prohibirá asistir a universidades estatales. También será ilegal transportar, albergar o rentar todo tipo de propiedad a inmigrantes indocumentados.

Los negocios, por su parte, deberán controlar la situación jurídica de los trabajadores mediante un sistema federal denominado E-Verify, que, según parece, invita a los efectivos de fuerzas de seguridad, así como a los dueños de propiedades y a los empleadores, a realizar perfiles raciales.

La ley también les prohíbe a las ciudades aprobar disposiciones que impliquen una protección de inmigrantes indocumentados en sus jurisdicciones.

El reverendo Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano e Hispano, manifestó que “La nueva ley de inmigración de Alabama representa un éxito no en atender la crisis de inmigración o en ofrecer una solución sostenible, sino en fomentar un espíritu de prácticas raciales y discriminatorias. Esta ley es anticristiana, anticonservadora y antiestadounidense. Renueva el viejo espíritu de George Wallace y pone en peligro a los pastores y clérigos en su misión hacia las comunidades con el amor de Cristo.

“Hacemos un llamamiento a la Iglesia de Alabama que cree en la Biblia para que se alce en nombre de la rectitud y la justicia”, continuó Rodríguez.

“Como expresó el Dr. Martin Luther King Jr. en su carta desde Birmingham, los seguidores de Cristo no se alzaron en Alabama sobre el tema según nuestro mandato bíblico. Este silencio no es una opción.

La respuesta a la crisis de inmigración en los Estados Unidos yace en la Palabra de Dios.

La respuesta es reconciliar Levítico 19 con Romanos 13, compasión con el imperio de la ley. La respuesta es una estrategia de integración justa que detenga toda la inmigración ilegal, prohíba la amnistía, deporte a aquellos involucrados en actividades nefastas, a la vez que se facilite un proceso de integración y legalización para los individuos trabajadores que se mantienen a sí mismos”.

Según el censo, la población hispana de Alabama llegó a más del doble entre el 2000 y el 2010, a 186,000, o 3.9% de las aproximadamente 4.8 millones de personas del estado.

Reverendo Samuel Rodríguez

 

Rafael Navarro

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