Encuentran la muerte en manos de quienes debieron encontrar amor

Daniel y Kayla García de 13 y 11 años respectivamente, perdieron la vida de manos de su propio padre Luis F. García de 41 años.
Daniel y Kayla García de 13 y 11 años respectivamente, perdieron la vida de manos de su propio padre Luis F. García de 41 años.

Por: Rafael Navarro- ENG.

El año 2013 concluyó con el sabor amargo de una tragedia que enlutó a la comunidad latina, cuando se supo del secuestro de un menor de cuatro años en la ciudad de Roswell, y el posterior hallazgo de los cuerpos del padre y el pequeño a pocas millas de donde había ocurrido el plagio.

El cuerpo del niño Jesús Domínguez fue encontrado muerto la mañana del viernes 20 de diciembre en una zona boscosa cerca de media milla de la vivienda donde se descubrió a su madre gravemente herida, justamente el día anterior. Los investigadores también encontraron el cuerpo del padre Carlos Alberto Domínguez, de 33 años, quien había sido reportado como sospechoso en la desaparición del menor.

En 4 febrero de 2014, los pequeños Daniel y Kayla García de 13 y 11 años respectivamente, perdieron la vida de manos de su propio padre Luis F. García de 41 años, quien luego se suicidó, los cuerpos solo fueron descubiertos dos días después en distintos lugares de su casa en la ciudad de Carrollton, la madre de los pequeños no estaba en la ciudad cuando ocurrieron los hechos.

“No tenemos respuesta para esto, tenemos muchas preguntas, pero no podemos responderlas…no podemos decir que esto lo permitió Dios, Dios no hace estas cosas…” dijo el pastor Shannon Lovelady de la Iglesia Cristiana Souther Hill, de Temple, al sur de Atlanta, cuando oficiaba el servicio fúnebre.

El 16 de octubre de 2013; Eric Forbes de 12 años, fue asesinado por su padre, la policía dice que el niño mostraba evidencias de abuso.

El 2 de noviembre de 2013; Emani Moss de 10 años, fue asesinada por su padre y su madrasta, la niña fue encontrada quemada en un basurero, con evidencias de mal trato, en hechos registrados en el condado de Gwinnett.

El 29 de diciembre de 2013; Aiden Calvo de un año, encontró la muerte de manos de su madre y su padrastro, el menor fue víctima de abuso 8 de los 12 meses de vida, la policía dijo en su momento que el niño tenía golpes en la cabeza, los genitales, mordida en sus deditos, sangre en su nariz y estómago y daños cerebrales, los hechos ocurrieron en el condado de Gwinnett.

Un caso estremecedor

El pasado 18 de junio, la comunidad en general se sacudió al saber que un hombre de 33 años identificado como Justin Harris, había llamado al sistema de emergencia luego de tratar en vano de reanimar a su niño Cooper Harris de 22 meses, tras haber permanecido más de 7 horas dentro del carro en un día que fue especialmente caluroso.

La policía del condado de Cobb ha acusado a Harris de asesinato y crueldad infantil, cargos que indican al menos que él fue criminalmente negligente en sus acciones antes de la muerte del pequeño Cooper Harris, y desde entonces está preso sin derecho a fianza, porque las autoridades sospechan que pudo haber sido un asesinato y no un accidente fatal.

¿Existe un por qué?

Rommys Beltrán sicóloga forense, y ex oficial de la policía de la ciudad de Smyrna, dice que cada caso por sus características es muy distinto, y que no se puede advertir un patrón de comportamiento establecido en el asesinato de los niños por parte de sus padres.

“Cuando conectamos lo sicológico con lo legal de la situación, todo esto se reduce al concepto de insanidad, determinar si la persona está sana o insana”, dice Beltrán.

Beltrán dice que cada caso puede tener una conclusión o motivo que puede ser religioso, o económico, o de sadismo. “Cada uno de estos actos que son repudiables a la lógica común, para quienes los cometen en algunas circunstancias, tienen un razonamiento lógico, como una madre que ahoga a sus niños porque los quiere proteger, segura de que este mundo es un infierno.”

Para los casos en los que, los niños han sido previamente abusados o maltratados, Beltrán dice que hay un factor que determina tanto el momento como los hechos y tiene que ver con las costumbres, la moral y las creencias.

“No sé porque en estos días está pasando más…no lo sé…no hay una explicación…” dice la experta, aunque advierte que pudiera deberse a una ola de eventos desafortunados, como cuando hubo una ola de muerte de prostitutas en las calles.

Porque el odio ciega, nubla, y la intención de hacer daño al otro convierte a los hijos en meros instrumentos. “Los hijos pasan a ser sólo los hijos del otro”, asegura José Cabrera, psiquiatra forense, quien añade que muchos padres matan a sus hijos por lo que llama “maldad pura”.

Más allá de la conciencia

Si desde el punto de vista psiquiátrico o psicológico el tema es complejo, desde el punto de vista espiritual, es decir, aquello que mueve la conciencia y los actos buenos o malos de los seres humanos, resulta un tanto más claro, pero no menos desconcertante, según el pastor Luis Parra de la Iglesia Cristiana Roca Fuerte, el trasfondo espiritual de estos acontecimientos está en el Evangelio de Juan, capítulo 10 verso 10.

“El ladrón (diablo) no viene sino para hurtar y matar y destruir…” Pero advierte que la raíz de todo esto “está fundamentada en el corazón del infierno… tenemos una nación apartada de Dios, hay más maldad, mayor perversidad, no hay respeto”, dice Parra.

Desde su perspectiva dice que todos estos crímenes nacen primero en un mal pensamiento, pasa a una fase de convertirse en deseo expreso y finalmente se ejecuta una acción.

“Dios hizo una promesa que el cielo es para los niños, y el enemigo utiliza esto para manipular la mente de la gente…” afirma.

Características de los filicidas

-Situaciones: Se presenta cuando hay venganza contra el otro padre a través de la eliminación de los
hijos; la situación económica recae sobre uno de los progenitores, los hijos se convierten en una carga y lo que hacen es asesinarlos; en la psicósis postparto frecuentemente se mata o se abandona a ese recién nacido que es usado para ‘retener’ al otro.

-Pérdida: Cuando un padre asesina a su hijo por temor a perderlo con su cónyuge, o en otras circunstancias.

-Dependencia: Cuando las personas se vuelven posesivas en el fondo son solas y dependen de otros. Ellos ven la pareja como alguien que les ‘copia’ y se consideran propietarios del otro.

-Omisión: Si la madre deja que el padrastro mate a sus hijos, es porque ve a los pequeños como un estorbo para retener a la pareja.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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