Arrecian medidas contra carreras callejeras
Javier Ramírez participaba de una carrera ilegal de carros el pasado 31 de julio con otro vehículo conducido por un menor en una carretera de Dacula a eso de las 10:30 de la noche.
El reporte indica que Ramírez conducía a 80 millas por hora y en un momento dado fue a estrellarse contra el vehículo conducido por Jeffrey Smith, de 50 años, de Buford, quien salía de un Arby’s a la altura de Braselton Highway y Hamilton Creek Parkway.
Ahora Ramírez enfrenta cargos por homicidio vehicular en primer grado, realizar carreras ilegales, y conducir de manera imprudente.
Carreras que matan
Recientemente, la Junta de Comisionados del Condado de Gwinnett aprobó por unanimidad una ordenanza que extiende las penalidades contra los corredores callejeros, los conductores de acrobacias y aquellos que organizan o promueven estas competencias declaradas ilegales en el estado de Georgia,
Aunque peligrosas, estas carreras han ganado popularidad pese a la nueva legislación que penaliza su práctica en vías del estado, por eso la nueva ordenanza de Gwinnett amplía la definición de “participante” e implica multar también a las personas que promueven, fotografían, filman o pagan a los corredores o a los conductores de acrobacias.
Pero la legislación local, también permite a la policía de Gwinnett confiscar los coches de los conductores en el primer delito, una medida más dura que el estatuto estatal, que requiere que alguien sea citado al menos tres veces antes de la incautación.
De esta manera, los conductores, organizadores y participantes se enfrentan a multas de hasta 1.000 dólares y hasta seis meses de encarcelamiento bajo la ordenanza de Gwinnett aprobada por la junta de comisionados.
La media comenzó a regir desde el pasado 4 de octubre, y los infractores ahora están sujetos a que se les confisque sus vehículos durante un mes. Antes, desobedecer la ley estatal de Georgia solo daba lugar a una multa.
Desde que fue aprobada la nueva legislación estatal en el 2021, y que declara ilegal las competencias de resistencia, las autoridades han detenido a cientos de participantes en diferentes localidades de Georgia, pero las mismas no han cesado y por ello algunos condados han establecido nuevas sanciones para contrarrestar este flagelo.
En mayo, por ejemplo, la policía del condado de Gwinnett y otros departamentos locales hicieron más de 80 arrestos e incautaron al menos dos docenas de coches para competir. Pero las competencias callejeras están más vivas que nunca y un creciente número de jóvenes hispanos protagonizan estos espectáculos.
Desde que el gobernador Brian Kemp firmó la ley 534, cientos de conductores y espectadores han sido detenidos, multados y sus autos decomisados en un esfuerzo por eliminar de las calles estas carreras que causan ruido, caos y ponen en peligro la seguridad de la ciudadanía.
Y es que con la misma intensidad que los competidores no paran sus carreras ilegales, las autoridades han intensificado sus operativos. Lo preocupante ahora para la comunidad latina, es que decenas de jóvenes hispanos se encuentran entre los capturados.
Los operativos contra estos competidores cuentan con la participación de diferentes agencias que reúnen evidencia como videos de seguridad, seguimiento y labores de inteligencia que terminan días después con el arresto de muchos de los implicados.
Con la ley vigente, las carreras callejeras en el estado de Georgia no tienen las penalidades típicas que se generan por una infracción simple de tráfico, ahora representan un delito menor e incluso podría ser un delito grave.
De acuerdo con la ley, los participantes se arriesgan a que sean arrestados, decomiso del carro y tras comparecer ante el juez, podrían terminar con la licencia suspendida, pagar una multa y dependiendo la gravedad del incidente, hasta pasar tiempo en la cárcel.
La ley también condena promover u organizar este tipo de exhibiciones de resistencia ilegales, en la vía pública o privada y que en oportunidades son divulgadas por las redes sociales.
Las sanciones por incurrir en este tipo de espectáculos van desde días, hasta meses de cárcel, multas, pero una segunda condena conllevaría hasta un año de cárcel y una tercera condena aumentaría el tiempo y la multa. Un infractor habitual podría tener revocada su licencia por varios años al igual que su vehículo.