Senador Rubio presenta propuesta que atenta contra niños ciudadanos hijos de inmigrantes
Por Marshall Fitz
Washington, D.C.– El Sen. Marco Rubio (R-FL) ha hablado… y hablado… y hablado acerca de presentar un proyecto de ley que ofrecería estatus legal, como dice él, a las personas indocumentadas inocentes que fueron traídos a los Estados Unidos de niños. Hemos acogido con agrado la entrada del senador de la Florida en esta importante discusión y nos hemos sentido deseosos de ver su proyecto de ley y el fuerte apoyo republicano que él ha prometido.
Como se describe en sus numerosas entrevistas acerca del tema, debería ser un proyecto de ley fácil de redactar, considerando que estructuralmente es muy similar al acta DREAM, un proyecto de ley presentado hace 10 años que brindaría una oportunidad de ganarse la ciudadanía a la juventud indocumentada. Y, sin embargo,dos meses más tarde, aún no existe ningún proyecto de ley ni evidencia alguna de apoyo político de parte de sus colegas republicanos.
Por ello, resultó una gran sorpresa para los defensores de la inmigración cuando el proyecto de ley que él realmente presentó esta semana no fue la prometida propuesta tan parecida al acta DREAM, sino por el contrario un proyecto de ley en el que se atenta contra los niños estadounidenses “inocentes” de bajos ingresos.[1] Su proyecto de ley, que está diseñado para restringir la elegibilidad para el crédito tributario por hijos o el child tax credit, la parte rembolsable del crédito fiscal federal por niño, aterrizó como el golpe que propina un peso superpesado al mentón de las familias inmigrantes de bajos ingresos.
En su comunicado de prensa acerca del proyecto de ley, el Sen. Rubio afirma que su propuesta pondrá fin a una “estafa que le cuesta a los contribuyentes estadounidenses $4,200 millones” al bloquear los créditos refinanciables para que no vayan a los niños ciudadanos o residentes legales estadounidenses que tienen a un padre sostén indocumentado. Pero el crédito fiscal por hijo se aprobó en 1998 en forma independiente del estatus migratorio de los padres por una razón justificada.
Antecedente del crédito tributario por hijo o el “child tax credit”
Como el nombre lo sugiere, este crédito no se concibió por que existiera una preocupación por los padres de bajos ingresos; este crédito se aprobó para ayudar a impedir que los niños estadounidenses caigan en la pobreza. De hecho, en el 2009 el crédito tributario por hijo y el rembolso que le acompaña previnieron que 1,3 millones de niños estadounidenses cayeran en la pobreza. Es por ello que el Congreso solo exige que el Servicio de Rentas Internas se asegure de que el niño que se reclama sea ciudadano estadounidense o extranjero residente legal.
Los padres inmigrantes de niños nacidos en los EE.UU. pueden reclamar el crédito fiscal por hijo utilizando un Número de Identificación Individual de Contribuyente, o ITIN, que permite a los inmigrantes que no son elegibles para recibir números de Seguro Social declarar y pagar impuestos federales. En la práctica, esto significa que los trabajadores indocumentados cuyos salarios son gravados y que presentan declaración de impuestos son elegibles para reclamar el crédito a nombre de sus hijos ciudadanos estadounidenses.
Por ejemplo, veamos a una una madre soltera con dos hijos que trabaja a tiempo completo por un salario mínimo con un ingreso anual de $15,000. Se le retienen los impuestos de nómina federales, estatales y locales de sus cheques de pago, pero su ingreso es demasiado bajo como para pagar impuestos federales sobre los ingresos. (Por supuesto, los declarantes que no son responsables de pagar impuestos federales sobre los ingresos por lo general han pagado otros impuestos, como los impuestos de nómina del Seguro Social y el Medicare, así como impuestos estatales y locales). Con todo, el crédito tributario por hijo adicional la hace elegible para recibir un rembolso de $1,800 para ayudarla a sufragar los gastos de la crianza de sus dos hijos estadounidenses.
Si esta mujer fuera una trabajadora indocumentada cuyos hijos fueran ciudadanos estadounidenses, al declarar sus impuestos utilizando un ITIN, sería elegible para recibir este rembolso, conforme a lo que establece la ley vigente. Según un informe del inspector general del Departamento del Tesoro, en el 2010 hubo alrededor de 2 millones de contribuyentes como esta mujer que declararon sus impuestos con un ITIN y reclamaron rembolsos. Eso significa que millones de niños estadounidenses dependen de los rembolsos de estos padres para que ellos pongan alimentos sobre su mesa, paguen sus libros y uniformes escolares y les den un techo que los cobije.
Las consecuencias de restringir el crédito tributario por niño
El ingreso familiar promedio de los declarantes de impuestos por ITIN que reclamaron rembolsos por créditos fiscales por hijos adicionales en el 2010 fue de unos $21,240. Este monto es inferior a la mitad del ingreso familiar promedio en el 2010 en los Estados Unidos y significaría que una familia de cuatro con dos hijos estaría viviendo por debajo de la línea de la pobreza. Los niños latinos tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza que cualquier otro grupo racial o étnico y más de la mitad de los 6,1 millones de niños latinos que están en la pobreza son hijos de inmigrantes nacidos en los EE.UU..
Esto significa que hay más de 2 millones de familias amenazadas por el proyecto de ley del Sen. Rubio: familias con hijos inocentes que son ciudadanos estadounidenses. Hasta 4 millones de estos niños estadounidenses que ya viven económicamente marginados podrían verse perjudicados por este aumento en los impuestos. En un momento en que nuestra nación tiene al mayor número de personas viviendo en la pobreza desde que estos datos se recopilan hace 52 años después de la más profunda recesión que haya ocurrido desde la década de 1930, inclinar la balanza en contra de los niños de bajos ingresos es inmoral y económicamente contraproducente.
Los $4,200 millones en créditos rembolsables que se emitieron en el 2010 a más de 2 millones de declarantes de impuestos por ITIN representaron alrededor del 15 por ciento del total de los rembolsos pagados por concepto de crédito fiscal por hijo. No obstante, esos mismos declarantes de impuestos por el ITIN también aportaron más de $7,000 millones en impuesto federales al Medicare y a la Seguridad Social, programas de los cuales ellos nunca recibirán beneficios. Dicho de otro modo, y dejando de lado la moralidad, el Departamento del Tesoro Estadounidense y los contribuyentes estadounidenses aun tienen ventajas al concederles créditos fiscales por niño a las familias de bajos ingresos con un declarante de impuesto indocumentado.
Todo se resume en hipocresía
El proyecto de ley del Sen. Rubio cambiaría el foco de la atención del crédito fiscal por niño para alejarlo de la protección de los niños inocentes. El objetivo de castigar a los padres por su falta de estatus inmigratorio legal prevalecería sobre el objetivo de proteger a los niños ciudadanos estadounidenses que viven en el seno de hogares de bajos ingresos.
No hay manera alguna en que el Sen. Rubio pueda hacer que esta propuesta que perjudica a los niños ciudadanos estadounidenses de bajos ingresos sea lógicamente compatible con su deseo declarado de darles un alivio “humanitario” a los jóvenes indocumentados “inocentes”. Este atentado contra el crédito tributario por niño parece ser un intento calculado por parte del Sen. Rubio de demostrar su compromiso con la “legalidad” y su disposición a reprimir enérgicamente a los “inmigrantes ilegales”. Pero en su celo por labrarse su buena fe de línea dura con los conservadores, él en realidad les quitará la comida de sus mesas a los niños ciudadanos estadounidenses que en todo el sentido de la palabra son inocentes.
Aun cuando utilizamos una calculadora política, la suma de las dos propuestas del Sen. Rubio son igual a la hipocresía.
Marshall Fitz es Director de Política Inmigratoria en el Center for American Progress.