Familia luchará hasta alcanzar justicia

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Por: Rafael Navarro- ENG.

A pesar del hermetismo con el que la familia de la mujer de origen mexicano de 36 años y su hija de 6, que fueron atropelladas en Lilburn, han querido manejar el caso, la comunidad en general se ha solidarizado con ellos y no solo han participado de las vigilias y su posterior servicio funerario, sino que les han demostrado su apoyo en estos momentos,

Uno de sus hermanos recuerda como la última vez que habló con María Cecilia Cervantes Maldonado ésta le había hecho una invitación a cenar, pero esa cita nunca la pudieron cumplir.

Originarios de Rioverde en San Luis Potosí, 4 de los hermanos residían en Estados Unidos entre ellos María y su hija Melissa Paola Cervantes de solo 6 años, la cual había nacido en Huston.

Inseparables para siempre

El pasado 26 de julio dos ataúdes blancos llegaron a la Misión Católica Nuestra Señora de las Américas en Lilburn, en cada uno de ellos estaba madre e hija, mientras los familiares y allegados llegaban paulatinamente a darle el último adiós a quienes habían perdido la vida en un suceso que pudo quizá haberse evitado.

Los informes policiales advierten que el pasado 18 de julio sobre Lawrenceville Highway una mujer caminaba con su hija tomada de la mano a eso de las 6:30 de la tarde, usando el caminador peatonal para dirigirse a su casa luego de haber hecho algunas compras, cuando en la intercepción con la Harbins Road, un carro que venía de frente las impactó causándoles la muerte.

Según relata la propia policía, el responsable del accidente en que perdieron la vida, madre e hija, se produjo cuando Spencer Todd Prigmore de 43 años conducía su camioneta Ford hacia el Oeste y se salió de su carril hacia el andén por donde transitaban las víctimas, el impacto fue tal que los dos cuerpos quedaron separados a casi 2º metros uno del otro.

Según varios testigos, la camioneta cruzó el andén y siguió saltando un bordillo cerca Harbins Road, cruzando una pequeña zona de césped, las dos personas atropelladas caminaban con dirección hacia el Este.

La misma policía avisada por los testigos, advirtió que Prigmore una vez cometido el accidente siguió manejando al menos un cuarto de milla, parando en el estacionamiento de un negocio de préstamo sobre títulos de vehículos. “Cuando llegó la policía, estaba ‘desesperado llorando’ y tenía manifestaciones físicas de estar bajo la influencia de drogas, dijo el oficial de la policía de Lilburn Andy Blimline.

Sobre el lugar donde quedaron tendidos los dos cuerpos vecinos y familiares levantaron dos cruces blancas con las que se les honra la memoria de las dos fallecidas y personas de la comunidad, conocidos y amigos han llegado hasta el lugar para llevar flores y muñecos de peluche.

La semana pasada alrededor de un centenar de personas se dieron cita frente a la Iglesia Bautista El Calvario donde ocurrieron los hechos y desde ahí llevaron a cabo una vigilia en la que se hizo evidente el dolor que embarga a todos quienes conocieron a la mujer y a su hija.

Una joven tomando la vocería de la familia agradeció a los asistentes por su apoyo moral y dijo que esperaba que ese mismo acompañamiento se diera para luchar porque se haga justicia y el caso no quede en la impunidad, sino que el responsable pague por los hechos.

Quitan cargos de DUI

En su primera comparecencia ante la Corte Superior del condado de Gwinnett, Prigmore fue acusado de dos cargos de homicidio vehicular, huir de la escena de un accidente y no regresar a la escena, sin embargo le fueron suspendidos los cargos por conducir bajo la influencia del alcohol—DUI, como lo quería la policía de Lilburn.

Este cambio se dio luego de que, la policía no tuviera suficientes evidencias de que, al momento del doble homicidio el acusado hubiera estado embriagado, además porque éste se rehusó a tomar la prueba de alcoholemia y las muestras para tales exámenes debieron ser enviadas a un laboratorio.

Tampoco se pudo demostrar en esa primera comparecencia que Prigmore hubiera estado bajo la influencia de otras drogas, pero esos cargos quedaron pendientes.

Al ser interrogado Alberto uno de los hermanos de María sobre este particular, dijo que solo esperaba que el responsable “pagara con cárcel lo que hizo, que se haga justicia” fue todo cuando dijo a el Nuevo Georgia.

En tres meses el acusado regresará y los familiares solo esperan que para entonces los hechos estén mejor esclarecidos.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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