11 de Septiembre, 10 años después
Por: Adriana García
A una década del ataque terrorista ocurrido el 11 de septiembre del 2001 contra las dos torres gemelas de Nueva York, el Pentágono en Washington y Pennsylvania, Estados Unidos conmemoró el X Aniversario del trágico evento con la apertura pública de la zona cero transformada en un pacífico memorial, en donde fueron inscritos los nombres de las casi 3 mil víctimas acaecidas aquel día.
Este décimo aniversario que marcó profundamente a este país se celebró en un no menos atribulado escenario nacional. La presentación de una nueva propuesta legislativa del Presidente Barack Obama “Americans Jobs Act”, que pretende extender y agrandar el recorte de impuestos para generar empleos y animar la recuperación económica, ha provocado acalorados debates tanto en el Congreso como entre algunos aspirantes republicanos a la candidatura presidencial, cuyos nombres comienzan a surgir de cara a las elecciones de noviembre del 2012.
Obama, quien ha lanzado oficialmente su candidatura como demócrata para su reelección, enfrenta duros cuestionamientos en cuanto a sus políticas económicas y sociales, incluso dentro de su propio partido. Sin embargo, el Mandatario parece estar empleando un tono más firme a fin de recuperar la confianza no sólo de sus aliados, sino del electorado en general.
Su reelección está en juego, particularmente cuando la estrategia republicana se basa en exponer los errores de cada acción política equivocada del Presidente y su liderazgo en materia económica, cuyos efectos se han reflejado en los negativos niveles de popularidad hacia Obama.
A 10 años del atentado, los problemas de este país en el área económica, política y social continúan como los de antaño, aunque agravados por una recesión que ha estacando la economía y ha reflejado números negativos en rubros como el desempleo. Por su parte, los desacuerdos entre los dos principales partidos políticos, el Republicano y el Demócrata, han ido de la mano junto con ellos.
Sin embargo, este aniversario exteriorizó un sentimiento nacional unificado, con tintes patrióticos, que de alguna manera ha galvanización valores referentes a la democracia, identidad nacional y el rol que Estados Unidos ha adquirido en su compromiso por la guerra contra el terrorismo.
Esta nueva percepción de sí mismo como país que nació con los ataques, transformaron completamente el nivel de responsabilidad del gobierno y de la ciudadanía sobre todo en términos de seguridad tanto nacional como pública. La acción de un ataque físico de esta dimensión en suelo americano y que involucró la muerte de cientos de personas, provocó la reconfiguración de políticas estadounidenses, particularmente a nivel política exterior y Seguridad Nacional, que de alguna forma resolvieron ambigüedades y parálisis en la administración de dicho campo, disminuyendo la bipolaridad partidista que ha existido por años al menos en lo tocante a estos temas.
El impacto que este evento ha tenido en el gobierno norteamericano, en la población y a nivel mundial, ha significado en verdad un nuevo reto para los Estados Unidos. Recordar la trágica mañana del 9 de septiembre, marcó una nueva consciencia de la realidad mundial actual y sin duda replanteó el rol de Norteamérica no sólo en su carácter como líder en una lucha contra un nuevo enemigo: el terrorismo, sino también como víctima, invitándolo a la reflexión y reformulación sus valores y acciones de cara al futuro en un mundo cada vez más complejo.