Cuándo nuestros planes y nuestra economía se desploman y ponen en peligro a nuestras familias.
Hace unos días platicaba con un amigo mío y me contaba que él tiene un conocido que solía vivir en los Estados Unidos sin documentos, y que cansado de vivir siempre con el temor de ser deportado, comenzó a ahorrar, y logró hacerse de dos casas allá en su país de origen, y con “suficiente” dinero ahorrado él y su familia decidieron regresar a su país.
Resulta que después de menos de un año de haberse ido a su país, ahora está arrepentido de haberlo hecho, porque después de todo, el dinero ahorrado no rindió lo suficiente, ya que las condiciones de trabajo en su país están muy mal y ahora quiere regresar nuevamente a los Estados Unidos trayendo a toda su familia.
¿Cómo podemos saber que estamos tomando una buena decisión?
La mayoría de las personas toma sus decisiones en base a sus emociones en lugar de hacerlo en base a las circunstancias, los hechos, las alternativas, ventajas y desventajas, con una buena planeación y preparación.
Ciertamente nunca es fácil tomar dicha decisión ya que la vida misma es incierta, desde el punto de vista que son muchas más las cosas que están totalmente fuera de nuestro control, que aquellas que dependen de nosotros y de las decisiones y acciones que tomamos.
Es natural que una persona pase por una serie de emociones mezcladas cuando se trata de tomar una decisión tan importante como esta. Desde buscar qué es lo mejor para los hijos menores que aún están en la escuela.
También se involucran los sentimientos de la nostalgia por los familiares que se dejaron atrás en nuestros países. Y por supuesto, los sentimientos encontrados de la incertidumbre de la situación económica que van a enfrentar una vez que estén en su país.
Aún para las personas que viven legalmente en los Estados Unidos, puede resultar difícil cuando por alguna razón desean regresar a vivir a su país natal.
Ciertamente la vida da muchas vueltas, y en ocasiones nos toma por sorpresa sin importar que tan bien estemos, tal como le está sucediendo a Mario Guevara, reportero de inmigración del periódico Mundo Hispánico que ahora mismo está enfrentando su propia deportación junto con su familia, después de habérsele negado el renovar su permiso por asilo político, poniéndolo a él y su familia en una situación desesperante de la noche a la mañana.
Normalmente busco compartir con el lector ideas, tips, soluciones, etc. que les puedan ayudar en su economía o con el uso de la tecnología, pero en casos como este, ningún consejo parecer ser lo suficientemente bueno.
Solo me resta decir que cuando estés contemplando tomar una decisión tan importante como el regresar a tu país, lo medites detenidamente, tratando de ser objetivo, poniendo de lado los sentimientos que por lo general pueden llevarnos a tomar malas decisiones.
Sinceramente,
Eduardo Silva
www.PuedoAprender.org