GRACIAS POR TANTO AMOR: DICE PADRE DE LEGARDA
Por: Angélica Ahumada, especial para El Nuevo Georgia
Cuando pienso en Fabio Andrés Legarda, lo primero que viene a mi mente es su sonrisa mágica acompañada de una mirada pura y transparente que dejaba al descubierto su entrega infinita y su gran pasión por lo que hacía.
El camino que recorremos para alcanzar nuestros sueños siempre es largo, perseverar y mantenerse firme es algo que Legarda sabía hacer muy bien.
“No dejes que los miedos, las dudas y otras personas afecten tus metas. Cree en tu visión y hazla lo más grande que tu mente pueda imaginar porque si Dios pone esos sueños en tu corazón es porque él sabe que tú puedes”, solía decir.
EL AMOR DE SU FAMILIA
“Fabito” como lo llamaba cariñosamente su familia, era el mayor de tres hermanos. Siempre rodeado de todo el amor de sus padres Patricia y Fabio (Don Fabio), además tenía la atención y admiración de sus hermanas María del Mar y Daniela.
Su papá siempre ha sido conocido por sus amigos más cercanos como un hombre dedicado a sus hijos y atento al llamado de cualquiera de ellos. Mantenía una comunicación constante con Legarda, era una prioridad para él cuidar cada detalle de su carrera y apoyar cada uno de sus sueños como si fueran suyos.
Todo el tiempo lo impulsaba y le hacía sentir su respaldo ante cualquier decisión que el artista tomara.
LEGARDA REGRESÓ A COLOMBIA
Legarda nació en Popayán Colombia el 18 de noviembre de 1989, a muy corta edad vino a vivir a Atlanta, con su familia. Tuvo una influencia caribe bastante fuerte por parte de su madre y su abuela Carmen, con quienes tenía una relación estrecha, de ahí que los inicios de su música conservaban ese toque tropical, canciones como Campeón, No tienes novio y Carolina nos dejan sentir sus matices caribeños.
Tras educarse académica y musicalmente en Atlanta, donde además ganó algunos premios y era reconocido por su participación en Festivales y abriendo conciertos, Legarda regresó a vivir a Colombia, hace tres años cuando uno de sus sueños se hizo realidad y firmó un contrato con Sony Music.
Este nuevo proyecto inició con la producción de la canción “La verdad”, con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo empezó a ser reconocido en su tierra natal y en otros países como Perú, donde alcanzó los primeros lugares gracias a su gran talento y a la humildad que lo caracterizaban.
Legarda era un ser carismático capaz de agradar y cautivar de manera natural a cualquier persona que estuviera cerca de él, pudimos ser testigos de esto con su participación en MasterChef Celebrity Colombia, donde se ganó el cariño de sus compañeros y televidentes.
Este fue el escenario donde empezó a cocinarse el amor del artista y la youtuber conocida en las redes como Luisa Fernanda W, con quien mantenía una relación.
Para el cantante caminar de la mano de Dios siempre fue lo más importante, cada vez que se sentía ansioso o llegaba el miedo, esto lo hacía mantener el equilibrio.
“La intuición es nuestra brújula. Siempre escucha lo que te dice tu intuición porque esa es la manera en que Dios se comunica con nosotros. Sueñen en grande porque la vida es bella…”, solía decir.
El pasado siete de febrero en Medellín, donde residía últimamente, era el lanzamiento de su nuevo trabajo titulado Nutella y Legarda lo había dispuesto todo para que éste fuera todo un éxito, pero tres horas antes, una bala perdida durante un asalto se le atravesó a sus sueños y apagó la vida de una joven promesa de la música latina.
El domingo 10 en medio de una multitudinaria despedida donde participaron más de 15 mil personas, su padre Fabio Legarda Sr, diría a sus fanáticos adoloridos:
“…Ustedes que han seguido a mi hijo, aprendan de él…que deben luchar por sus sueños y nunca desfallecer”