Música e inspiración en las cárceles de inmigración

Por: Rafael Navarro- ENG

Un concierto de música cristiana estará alegrando la vida de cientos de detenidos en el Centro de Detención de Stewart, al sur de Georgia, hasta donde los integrantes del grupo Cien Denarios llegarán con su mensaje de fe y esperanza, tal como lo dejaron saber sus integrantes.

“Yo tiendo a pensar que cuando la necesidad se presenta hay que estar preparados para atender esa necesidad”, advierte Estefano Domínguez, uno de los integrantes del grupo quien hace parte del mismo desde su fundación y quien ya ha podido estar en otros centros penitenciarios cantando para los reclusos.

Llevamos la Palabra a través de la música

Por años, Nicolás Domínguez ha ejercido como capellán en distintas cárceles del estado de Georgia, ese es un oficio voluntario que les permite a los presos recibir visitas de personas especialmente de organizaciones de fe y compartir con ellos temas más allá de su estado de reclusión o asuntos legales pendientes.

Cuando Domínguez y su esposa vieron la necesidad que había en los centros de reclusión, en el sentido de tener momentos de distracción pero que al mismo tiempo les dejara algo provechoso no pensaron dos veces y se decidieron crear Cien Denarios, un grupo con el que se propusieron llegar a las prisiones y compartir con los allí detenidos momentos inolvidables.

“Cien Denarios es un grupo que nace en la voluntad de Dios, para llegar a quien lo necesite en las cárceles, hospitales en las calles, donde hubiere necesidad de compartir”, dice Domínguez.

Dice que el objetivo no es hacerse famosos ni andar con grandes artistas. “Eso es lo que muchos soñarían al integrar un grupo musical, nosotros buscamos llevar la palabra de Dios a través del canto, la música y la adoración a quienes no la conocen”, señala.

Conformado a principios del 2010, Cien Denarios tiene como base a Blanca Domínguez, Estafano Domínguez, Rodrigo Carrillo, Daniel Sorto y Laura García.

“Cuando el grupo nació teníamos claro que los artistas seculares van a las prisiones a dar grandes conciertos y eso anima a los presos por unos momentos, luego que ellos se van no queda nada, nosotros no queremos hacer así, queremos que cuando nos vallamos haya quedado un mensaje sembrado en los corazones de quienes nos han escuchado”, dice Nicolás.

Con ese sueño a finales del 2010 tuvieron su primer concierto en la prisión de Walker en Chatanooha.

“Ahí cantamos en el gimnasio de la cárcel frente a casi 800 prisioneros, fue una experiencia maravillosa, había gente de todas las edades, desde hombres muy jóvenes hasta ancianos ya perdiendo sus dientes, es algo muy conmovedor”, recuerda Domínguez.

El éxito de su primera presentación en Walker les valió para que fueran invitados dos veces más y establecieran una especie de vínculo afectivo con los encargados del reclusorio, quienes han identificado en Cien Denarios y el trabajo que llevan a cabo, una forma distinta de llevar un mensaje distinto y enriquecedor para quienes han perdido su libertad por cualquier delito.

“En Walker hay personas condenadas por todo tipo de delitos, pero esas personas se sienten muy contentas cuando nosotros vamos y les hablamos, les cantamos y les ministramos, sabemos que nada es igual cuando llegamos y cuando salimos porque se siente en ellos el agradecimiento”, dice Nicolás quien recuerda con nostalgia muchos rostros tras las rejas.

Un mensaje para los inmigrantes detenidos

Todo este recorrido los ha llevado a los centros de detención de inmigración, donde saben que la mayoría de detenidos son latinos.

Esa ha sido una nueva experiencia, a comienzo del 2011 estuvieron por primera vez en el Centro de Detención del Norte de Georgia en Gainesville, donde escucharon historias que en su calidad de capellanes no pueden compartir, pero que dicen son estremecedoras, sobre todo de separación de familias y largos meses de espera tras las rejas sin haber cometido ningún delito,

“Eso es lo que pensamos encontrar en Stewart, mucha comunidad hispana, creemos que es la concentración más grande, entendemos que hay mucha gente sufriendo y están ahí por cosas tan simples como no tener una licencia de conducir”, recalca el fundador de Cien Denarios.

“Este concierto de Stewart va a ser la oportunidad para servir, para dejar que Dios ame a otras personas a través de nosotros”, dice Estefano, integrante del grupo musical.

Estefano dice que el escenario de una cárcel es completamente diferente a cualquier otro, empezando porque en los conciertos tradicionales la gente va, y en este caso son ellos los que tienen que ir porque la gente ya está ahí. “Y no van a salir después que el concierto se acabe”, dice el joven de origen venezolano.

“Sin duda es uno de mis escenarios favoritos…ni tocar frente a millones de personas se compara con estar ahí en una cárcel y ver los rostros de la gente como lo disfrutan”, añade.

“Hay un realismo en las cárceles para los presos entretenerse porque ellos simplemente están allí para saciar la sed que tienen de Dios”, concluye el joven.

Otra meta que tiene el grupo Cien Denarios, es llegar a la cárcel de juvenil de Georgia donde esperan encontrarse frente a aquellos muchachos que han perdido su libertad por algún error.

“Queremos decirles que Dios los ama, queremos llevarles esperanza, queremos llevarles el mensaje de salvación a ellos y a todos los que por algún motivo estén tras las rejas, ese es nuestra meta, eso es lo que queremos hacer, eso es lo que haremos en Stewart”, concluye Nicolás Domínguez.

El grupo Cien Denarios, viene ofreciendo conciertos en las cárceles y los centros de detención de inmigración de Georgia, su trabajo es voluntario y dicen que para eso han sido creados.

Rafael Navarro

Related post

Verified by MonsterInsights