Por difamación demandan a locutores de La Raza 102.3

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Ante la Corte estatal del condado de Gwinnett, fue presentada una demanda el pasado lunes 24 de octubre, en contra de Davis Broadcasting of Atlanta, LLC propietaria de la estación radial La Raza 102.3 y los locutores de la misma Jorge López alias El Vampiro y Ulises Ugalde, alias El Bocho, integrantes del show matinal Los hijos de la mañana.

La demanda por difamación la interpuso la directora ejecutiva del Instituto de México, Gabriela González-Lamberson a través de su apoderado el abogado R. Keegan Federal Jr., y tiene que ver con comentarios expresos hechos por los acusados en contra de la demandante el pasado 31 de julio.

“Los acusados López y Ugalde deliberada y maliciosamente difundieron comentarios difamatorios concerniente a la demandante González- Lamberson, argumentando que González- Lamberson tuvo inapropiadas relaciones sexuales con Salvador de Lara, el Cónsul General de México”, dice en uno de sus argumentos la demanda que deberá resolver el juez Joseph C. Iannazzone a quien le correspondió el reparto.

En un escrito que sobrepasa las 30 páginas con lujo de detalles los abogados de la ofendida narran los acontecimientos de ese día cuando los implicados López y Ugalde al parecer no se midieron en comentarios obscenos y acusatorios contra González-Lamberson y contra el cónsul mexicano, a quienes mencionaron con nombres propios.

Otro punto que la demanda destaca el hecho de que, una vez expresados los comentarios calumniosos la estación grabó aparte de los mismos los que fueron difundidos de manera reiterada esa misma mañana en el show, no dejando duda de que se trataba de un ataque intencional contra las dos personas en mención.

El show de la discordia

Los locutores Jorge López alias El Vampiro y Ulises Ugalde, alias El Bocho, junto a su compañera de equipo Liliana Macias a quien no se involucra en la demanda, pero a quien se menciona por razones obvias, estuvieron el día de los acontecimientos criticando al cónsul mexicano, a quien acusaron de tener preferencias por personas que no eran de origen mexicano, como la directora del Instituto de México entidad privada que no depende del gobierno mexicano cuya directora es de origen cubano.

También de manera despectiva se refirieron a algunos agentes de vigilancia que trabajan para una compañía privada contratada por el consulado general mexicano, por ser de origen colombiano, lo cual reprobaron los locutores.

“Es que son muchos. No es que sea un colombiano, es que hay varios colombianos trabajando de seguridad y los tratan mal (a los usuarios mexicanos). Eso es lo difícil porque no han corrido a nadie. Los tratan mal”, acotó la locutora Macías en el diálogo.

En el marco de las mismas críticas los locutores alias El Bocho y El Vampiro, acusaron también al consulado mexicano de sobornar a los periodistas locales pagándoles cuotas semanales para que no difundan noticias negativas de esa dependencia ni sobre las querellas del público.

“¿Algunos periodistas se callan lo que pasa en el consulado?, pregunta El Bocho y El Vampiro responde: “Porque reciben una cuota semanal”, y para reafirmar su acusación en contra de los periodistas locales el mismo vampiro agrega: “Yo fui reportero. Yo viví eso.

Yo fui periodista allá México y todas las dependencias de gobierno le pasan una lana semanal a todos los medios de comunicación”, acusó sin dar nombres o mostrar pruebas de que su acusación de soborno y extorsión tuviera fundamento

El delito del que son acusados

“Los acusados López y Ugalde cometieron intencionalmente el delito de calumnia o difamación oral imputándole a la demandante el crimen de adulterio (O.C.G.A.16-6-19)”, dice uno de los textos de la demanda donde reitera la acusación.

Las letras y números entre paréntesis corresponden al Código Legal de Georgia, Título 16 correspondiente a Crímenes u Ofensas, Capítulo 9, que corresponde a Ofensas sexuales y los incisos 16-6-19, que tipifica el adulterio como un delito en este Estado.

“Una persona casada comete el delito de adulterio, cuando voluntariamente mantiene relaciones sexuales con otra persona que no sea su cónyuge y, si fuere encontrada culpable, será castigada por un delito menor”, dice la ley estatal de manera expresa.

El argumento de la demanda es que la señora González-Lamberson está casada y los comentarios de los locutores acusados atentan contra su estabilidad emocional, familiar, social y profesional.

“Ahora esa misma persona que me está mandando información, que es muy fidedigna, me dice que puede ser que haya algún tipo de favor político por la razón que ella está ocupando un puesto que debe ser de un mexicano, ya sea de aquí o de allá de nuestro país. O también algún tipo de favor sexual. Sí señor, no se le caiga la cara ni abra la boca. Se maneja muchas de estas cosas en este ámbito”, afirmó El vampiro en un momento del show refiriéndose a la señora González-Lamberson.

“Esto es algo personal”

“Por el momento no se trata de hablar en voz alta, es algo personal, no es el Instituto de México”, dijo Gabriela González sobre el tema hablando para El Nuevo Georgia y dijo que no haría comentarios porque había una demanda en curso.

“En mi opinión no hay nada que comentar…no tengo comentarios”, insistió y agregó que en su momento serán sus abogados los que hablen.

El Nuevo Georgia envió correos electrónicos tanto a los demandados como a la estación La Raza, pero al cierre de esta edición no había obtenido respuestas o comentarios sobre la demanda

Antecedentes

La difamación es la comunicación de una acusación de un hecho cierto o falso que se hace a una o más personas con el ánimo de dañar, física o moralmente a un individuo, determinado o indeterminado, que pueda causar o cause a éste una afectación en su honor, dignidad o reputación.

En el pasado en Estados Unidos la difamación era considerada en las cortes penales. En 1964, la Corte Suprema de Estados Unidos se pronunció en contra de enjuiciamientos penales en casos de difamación.

En el mismo año, en el famoso caso de The New York Times versus Sullivan, la Corte Suprema emitió un fallo de tal amplitud en su protección de periodistas acusados civilmente de difamación, que el enjuiciamiento penal por difamación quedó prácticamente descartado.

Desde entonces, la regla general en Estados Unidos es que la difamación se maneja en la esfera civil, con amplias protecciones para el periodista y pocas para el funcionario público. Una persona privada tiene más protección jurídica contra la difamación que un personaje público.

Cabe recordar que para este caso el Instituto de México es una entidad privada, integrada por personas privadas que no son funcionarios públicos ni del gobierno de México ni de Estados Unidos

Documento de la demanda presentada

Al fondo Ulises Ugalde, alias El Bocho y en primer plano Jorge López alias El Vampiro, demandados por difamación ante la Corte del condado de Gwinnett. (foto perfil público en Facebook)

Rafael Navarro

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